Publicidad

Londres, 13 may (EFE).- La ciudad de Houston ultima los detalles finales para ser elegida como sede del próximo Mundial de 2026, una candidatura basada en sus infraestructuras, su cercanía con México y el legado futbolístico que pretenden dejar en la ciudad una vez terminada la Copa del Mundo.

La elección de Houston, además, supondría un impacto económico superior a los 1.000 millones de dólares (950 millones de euros) en la ciudad, el equivalente a varias ‘Super Bowls’, según indicó a Efe el presidente de la candidatura, Chris Canetti.

“Tenemos mucha confianza en que seremos elegidos”, apunó Canetti, que espera que la FIFA anuncie las sedes finales entre mayo y junio.

“Los últimos meses han sido de afinar detalles. La FIFA vino y supervisó cómo estaban las cosas y nuestro trabajo ha sido cumplir sus expectativas. Si miras los últimos cuatro Mundiales, Sudáfrica, Brasil, Rusia y Catar, muchos de los estadios y los centros de entrenamientos fueron construidos de la nada, por lo que muchos se hicieron siguiendo las directrices de la FIFA. Aquí en EEUU ya tenemos grandes estadios, no tenemos que construir nada, pero como ya están hechos, no se ajustan exactamente a las peticiones de la FIFA. Este es uno de los puntos en los que hemos trabajado en los últimos meses.”, añadió.

Tras casi cuatro años de trabajo, Houston se acerca a una decisión final en la que compite contra otras 16 ciudades de Estados Unidos, pero con la confianza de que su cercanía con México, sus aeropuertos internacionales, la confianza que los clubes han depositado en sus estadios, así como su oferta cultural les ayuden a ser una de las elegidas.

“Houston es la ciudad más diversa de Estados Unidos y la cuarta más grande de todas. Hay una comunidad mexicana de un millón de personas aquí. Y, además, tenemos una gran cultura futbolística. Hemos hospedado la Copa América Centenario, la Copa Oro, el primer derbi de Mánchester fuera de Europa, el Bayern de Múnich y el Real Madrid jugaron aquí… Houston tiene una reputación muy grande para hospedar eventos deportivos, pero no podemos dar nada por hecho”.

La última Super Bowl en Houston, realizada en 2017, dejó más de 300 millones de dólares (285 millones de euros), pero, como apostilla Canetti, “aquello fue en un solo día”. Ahora Houston aspira a albergar cinco o seis partidos, lo que podría elevar el impacto económico a los 1.000 millones de dólares, gracias a la llegada de aficionados europeos.

“En las encuestas que hemos hecho, el 96 % de los aficionados europeos que fueron consultados estarían dispuestos o muy dispuestos a asistir a partidos en Houston y en México. Ha sido una respuesta muy positiva. Creemos que la elección de Houston tiene mucho sentido por su proximidad con México. Para la FIFA será muy sencillo transportar aficionados, jugadores, árbitros, desde una sede a la otra”.

Uno de los grandes espaldarazos que ha recibido la candidatura es la confianza de los grandes clubes europeos a la hora de elegir el NRG Stadium, con capacidad para 70.000 espectadores, para partidos de pretemporada. El último en sumarse ha sido el Manchester City, uno de los que más ha confiado en Houston, y que se medirá al Club América en la ciudad estadounidense.

“Estos partidos son oportunidades para que la ciudad continúe mostrando sus cualidades. Que nos seleccionen a nosotros es una buena señal. Si el Manchester City, uno de los mejores equipos del mundo, ha elegido esta ciudad tres veces para venir a jugar es una gran señal”, explicó Canetti.

Pero Canetti también agrega que muchas de las cualidades de Houston las tienen otras ciudades en Estados Unidos y que una forma de diferenciarse de ellas es la creación de un instituto dedicado a preservar el legado del fútbol en la ciudad más allá de la Copa del Mundo.

“Desde que empezamos a trabajar en esto queríamos que no fuera solo una candidatura para el Mundial, sino que fuera más allá. Será un proyecto sin ánimo de lucro destinado a aumentar el interés del fútbol en las comunidades de la ciudad, mejorar la experiencia de los aficionados y mejorar el impacto social y medioambiental del deporte”, finalizó Canetti.

Manuel Sánchez Gómez

Publicidad