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Colombo, 14 jul (EFE).- La organización internacional Human Rights Watch pidió este jueves a las autoridades de Sri Lanka la protección de los derechos humanos durante las protestas antigubernamentales que han agitado la crisis del país, con miles de personas en las calles pidiendo la renuncia del Gobierno.

Las fuerzas de seguridad de Sri Lanka han comenzado a reprimir con dureza las manifestaciones protagonizadas por miles de personas en la calle, después de que el recién designado presidente en funciones, Ranil Wickremesinghe, dictará una medida de excepción sobre el país.

“Si bien el derecho internacional permite la suspensión de ciertos derechos durante una emergencia, nunca se pueden violar las protecciones contra la tortura, el uso excesivo de la fuerza y ​​otros derechos fundamentales”, señaló en un comunicado Human Rights Watch (HRW).

Los manifestantes comenzaron a subir la presión en las calles ayer, después de que el presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, y Wickremesinghe, para entonces primer ministro, incumplieran sus anuncios de renunciar a sus cargos para permitir la formación de un gobierno interino.

Rajapaksa y Wickremesinghe se vieron obligados a anunciar sus renuncias el sábado pasado después de que sus residencias fueran asaltadas por miles de personas en una revuelta popular.

Sin embargo, Rajapaksa incumplió ayer la promesa de la dimisión, abandonó el país, y designó a Wickremesinghe como presidente en funciones.

Wickremesinghe llamó a los manifestantes una “amenaza fascista” y dijo que había impuesto un estado de emergencia para retomar el control de los edificios públicos y “volver a normalizar la situación”, después de que los manifestantes tomaran varios edificios del gobierno.

“Las normas de emergencia no se pueden utilizar para prohibir todas las protestas o permitir que las fuerzas de seguridad hagan un uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes”, dijo la directora para el sur de Asia de HRW, Meenakshi Ganguly.

Las fuerzas de seguridad emplearon gases lacrimógenos para reprimir las protestas, y de acuerdo con HRW “hubo numerosos heridos y al menos un manifestante murió”.

Decenas de miles de manifestantes piden en las calles desde hace meses la renuncia del presidente, y culpan al Gobierno de la debacle económica que ha sumergido a la nación en la peor crisis de su historia.

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