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OTTAWA, 16 Mayo.- La exposición de Picasso “La Celestina” se ha presentado este pasado viernes 5 de mayo dentro de la programación cultural de la Embajada de España en Canadá, que ha contado con el apoyo de la Fundación Universitaria Iberoamericana (FUNIBER),
propietaria de la colección, y del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España.

Ha sido inaugurada por la presidenta del Congreso de los Diputados de España, Meritxell Batet, con ocasión de su visita oficial a Canadá; y a la apertura de la misma ha asistido una alta representación de autoridades canadienses encabezada por el Presidente de la Cámara de los Comunes, Anthony Rota y el cuerpo diplomático acreditado en el país, así como numerosos representantes de la academia y de la sociedad civil.

El 50º aniversario de Picasso y el 70º de la apertura de embajadas entre Canadá y España enmarcan esta actividad cultural. La muestra ha sido comisariada por el director de la Obra Cultural de FUNIBER, profesor Federico Fernández Díez, y en su organización ha participado igualmente el director de Relaciones Institucionales de la Fundación y de la Cátedra de Estudios Iberoamericanos y de la Iberofonía, Dr. F. Álvaro Durántez Prados.

Esta exposición de grabados está dedicada a un tradicional personaje de la literatura española desde la Edad Media, la alcahueta, una mujer anciana que ejercía de intermediaria y muñidora de amoríos entre hombres y mujeres en una época en la que las relaciones sociales y amorosas entre los dos sexos estaban taxativamente condicionadas por prejuicios y por rigurosas pautas y normas sociales, culturales y
religiosas.

Este personaje literario alcanzó su culminación a finales del siglo XV, en 1499, con la publicación por primera vez de la obra “Comedia de Calisto y Melibea” del escritor español Fernando de Rojas, una tragicomedia más conocida como “La Celestina” por el nombre de la alcahueta protagonista.

Picasso, como recordó el profesor Fernández Díez, representó a este personaje literario durante toda su vida desde edades tempranas –la primera vez en 1901-, y realizó la conocida serie 347 en 1968, de la que extrajo 66 grabados dos años antes de su muerte.

La Embajada de España en Canadá y la Fundación Universitaria Iberoamericana han llevado al país norteamericano la única colección completa existente, que, además, fue la última de grabados que realizó el genial pintor.

Es necesario destacar la colaboración con la Bibliotecas y Archivos de Canadá y que la muestra será clausurada el domingo 4 de junio por el Director del Instituto Cervantes, Luis García Montero durante su visita oficial a este país.

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