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Ciudad de Panamá, 7 Mayo.- José Raúl Mulino, ganador de las elecciones presidenciales del pasado domingo en Panamá, se enfrenta a una serie de desafíos cruciales al asumir el cargo el 1 de julio. Entre ellos se encuentran la crisis económica, la lucha contra la corrupción, la restauración de la confianza en el país y la aclaración de sus intenciones respecto a posibles cambios constitucionales.

La oposición ha expresado su intención de supervisar de cerca la gestión de Mulino, considerado el “delfín” del expresidente Ricardo Martinelli, inhabilitado tras ser condenado por blanqueo de capitales. Mulino reemplazó a Martinelli como candidato y prometió ayudarlo durante su campaña, un tema que, según analistas, debe aclarar.

Martinelli se encuentra actualmente asilado en la Embajada de Nicaragua en Panamá desde febrero pasado, tras quedar en firme su condena a más de 10 años de prisión por blanqueo de capitales.

Los analistas enfatizan la importancia de que Mulino se enfoque en el respeto al orden constitucional y la separación de poderes, así como en la gestión de un gobierno de unidad nacional, como anunció en su discurso de victoria.

Panamá atraviesa una crisis económica marcada por la desaceleración del crecimiento del PIB, que se espera sea de alrededor del 2,5% este año en comparación con el 7,3% de 2023. Esta situación se atribuye a las consecuencias de la pandemia y su manejo. La economía y el empleo aún no se recuperan completamente de la caída del 17,9% del PIB en 2020. A esto se suma la crisis hídrica en el Canal de Panamá, que afectará los ingresos de la vía y sus aportes al Estado, y el cierre de la mina Cobre Panamá a finales de 2023.

El economista panameño Felipe Chapman señaló que el nuevo gobierno debe “recobrar la confianza en un país en el cual las encuestas revelan que se ha elevado de forma importante la desconfianza hacia los distintos actores de la sociedad”.

El constitucionalista y diputado electo Ernesto Cedeño coincidió en la importancia de restaurar la confianza y destacó que el nuevo gobierno debe “motivarse” a respetar el Estado de derecho y el orden constitucional, fortaleciendo la separación de poderes y permitiendo que la Asamblea Nacional funcione con autonomía.

Mulino mencionó durante su campaña que ayudaría a Martinelli si ganaba las elecciones, aunque no especificó cómo. Esto ha generado especulaciones sobre la posibilidad de un indulto o un salvoconducto para que Martinelli pueda viajar a Nicaragua.

El nuevo presidente de Panamá se enfrenta a un camino complejo con desafíos significativos que requerirán una gestión estratégica y transparente para asegurar la estabilidad y el progreso del país.

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