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Roma, 5 abr (EFE).- La agencia de comunicación del belga Romelu Lukaku denunció en la madrugada del martes, una vez terminado el accidentado choque copero entre Juventus e Inter (1-1), que la grada del conjunto turinés lanzó insultos racistas contra el ariete, que acabó expulsado.

La ida de semifinales de la Copa Italia terminó empañada por los encontronazos entre jugadores que se alargaron hasta el vestuario y que el colegiado saldó con tres expulsados: Lukaku, el esloveno Samir Handanovic y el colombiano Juan Cuadrado.

Todo comenzó en el minuto 95 de partido, cuando Lukaku puso el empate desde los once metros y celebró el tanto mirando a la grada de la afición de la ‘Vecchia Signora’ con una mano en la frente -a modo de saludo militar- y con el dedo índice de la otra en su boca, una celebración que ya hizo en el parón de selecciones como dedicatoria a su compatriota Doku, lesionado.

La celebración desató el enfado de la grada, que empezó a insultarle, como denuncia su agencia de comunicación, con cánticos racistas.

“No se pueden aceptar los actos racistas que han tenido a Lukaku como objetivo por parte de los aficionados del Juventus. Romelu marcó de penalti en el descuento. Antes, durante y después de que lo sometieran a insultos racistas hostiles y repugnantes. Romelu celebró como antes había celebrado los goles. La respuesta del árbitro fue una amarilla”, expresó la agencia en un comunicado en sus redes sociales.

El árbitro del partido interpretó el festejo como una provocación y le mostró tarjeta amarilla, su segunda del partido, lo que terminó con su partido y, por ahora, con sus posibilidades de jugar la vuelta.

“Romelu merece una disculpa del Juventus, y esperamos que la Serie A condene de inmediato el comportamiento de este grupo de aficionados del Juventus. Las autoridades italianas deben aprovechar esta oportunidad para contrarrestar el racismo, en lugar de castigar a la víctima. Estamos seguros de que el mundo del fútbol comparte el mismo sentimiento”, añadió la agencia del belga.

La expulsión de Lukaku generó las protestas de los jugadores interistas y desembocó en nuevos encontronazos entre rivales que acabaron con un fuerte enfrentamiento entre Handanovic y Cuadrado, ambos expulsados.

El Anderletch, el primer equipo del ariete, y la selección belga mostraron este miércoles su apoyo a través de la redes sociales.

El Inter intentará que se le retire la segunda amarilla a Lukaku escudándose en el precedente del nigeriano Ademola Lookman, jugador del Atalanta al que se le retiró una amarilla que vio el pasado 9 de octubre por una celebración de gol.

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