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París, 5 ene (EFE).- La Asamblea Nacional (AN) volvió a suspender durante esta noche el debate sobre el proyecto de ley que contempla la introducción de un pasaporte de vacunación en Francia, en plena tensión tras una declaración del presidente Emmanuel Macron en la que se dijo dispuesto a “fastidiar” a los no vacunados.

El presidente de la sesión, el conservador Marc Le Fur (Los Republicanos), anunció el levantamiento de la sesión en plena noche al considerar que no se daban las condiciones “para un trabajo sereno”.

El debate se retomará este miércoles a las 15:00 hora local (14:00 GMT) en el que será el tercer intento de la Asamblea Nacional por tratar este proyecto de ley del Gobierno que busca sustituir el pasaporte sanitario por un pasaporte de vacunación que limite la vida social de los no vacunados.

El texto debería ser aprobado sin problema por los diputados macronistas, mayoría en la cámara, conservadores y otros grupos de la izquierda, pero la tensión de los últimos días y a tres meses de la elección presidencial ha impedido las discusiones.

En la noche del lunes al martes, tras reprocharle al ministro de Sanidad, Olivier Véran, que sugiriera que el debate llevaría “toda la noche”, la oposición aprovechó que los diputados de la mayoría estaban en minoría numérica para votar contra la continuación de la sesión, que pasó al martes.

Pero esta negociación ha resultado imposible tras el comentario que Macron ha realizado en una entrevista al diario Le Parisien.

“Queda una pequeña minoría refractaria. ¿Cómo se reduce? Se reduce, perdón por decirlo así, fastidiando todavía más. Yo no estoy para cabrear a los franceses. Echo pestes todo el día contra la Administración cuando los bloquea. Pues bien, a los no vacunados tengo muchas ganas de fastidiarlos. Y lo vamos a seguir haciendo hasta el final”, dijo.

Los adversarios de Macron en la Asamblea consideraron “indignos” de un presidente estas declaraciones en una sesión marcada por el intercambio de gritos y abucheos.

VACUNACIÓN OBLIGATORIA

La mayoría, sin embargo, defendió a Macron, comenzando por Christophe Castaner, presidente del grupo en la AN, quien aseguró que los franceses necesitan “esta claridad”. “Utiliza una palabra que muchos franceses piensan”, dijo.

También quiso mostrarse comprensivo su ex primer ministro, Édouard Philippe, uno de los rostros más populares de la política del país tanto en el centro como en la derecha.

“El presidente se explica a veces de forma familiar. Creo que todo el mundo ha comprendido lo que quería decir. Ya dirá él si se arrepiente”, dijo Philippe que apoya sin rodeos la vacunación obligatoria.

La tensión en la Asamblea ha frenado el calendario inicial previsto por el Gobierno, que quería aplicar el pasaporte a partir del 15 de enero.

El país superó este martes un nuevo récord con 271.686 positivos confirmados en un día, y una tasa de incidencia acumulada en siete días que se disparó a 1.850 casos por cada 100.000 habitantes.

Cuando hay unos 5 millones de adultos no vacunados en el país, este martes se constató también un incremento de las hospitalizaciones, que pasaron de 19.606 el lunes a 20.186 el martes.

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