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Roma, 10 jun (EFE).- La artesanía y los tejidos naturales procedentes de la región del Gran Chaco en Sudamérica y la alta costura italiana se han unido en la iniciativa impulsada por el Instituto Italo-Latinoamericano (IILA) “Moda Gran Chaco y Caraguatá”, que busca proteger los recursos naturales y empoderar a la mujer.

Para lograrlo este proyecto ha reunido a cinco diseñadores latinoamericanos e italianos que han convertido en prendas de alta costura el caraguatá, un tejido natural que las comunidades indígenas de la región del Gran Chaco, que abarca Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil, cultivan para hacer artesanías.

Estas prendas de alta costura han desfilado por una pasarela de moda organizada en la capital italiana este jueves para poner “en valor unos productos artesanales que implican mucho trabajo”, explicó a Efe la secretaria del Iila, Antonella Cavallari.

Entre los diseñadores invitados estuvieron los paraguayos Andrés Báez y William Ramirez, involucrados en el proyecto del IILA “Cimentando Sueños”, que reúne a 80 artesanos y 16 diseñadores de moda paraguayos, y que presentaron una decena de vestidos de ceremonia tejidos mediante técnicas propias de la tradición popular y usando la fibra del caraguatá natural.

Pero además este proyecto, que une varias iniciativas, va más allá de la moda y busca concienciar sobre “la preservación del medio ambiente e impulsar un uso alternativo de los recursos naturales que evite la desforestación” de la región natural del Gran Chacho, añadió Cavallari.

La Asociación Museo Verde, que cuenta con la colaboración del ministerio de Exteriores italiano, trabaja en esta dirección centrándose en las comunidades indígenas, con el objetivo de “empoderar a las mujeres y darles una visión empresarial” internacional que permitirá ir más allá de las pequeñas artesanías.

Norma Rodríguez es una de las personas que más conoce el caraguatá, un material que desde pequeña ha cultivado y luego tejido para crear cestas, chalecos y otras prendas que los habitantes de su poblado indígena usan.

Esta gran vinculación la llevó a presidir una cooperativa que une a más de 2.000 artesanas indígenas de la parte argentina del Chaco, a quienes representa en Roma para dar a conocer un laborioso trabajo que espera que se valorice más.

“El chaguar -como se conoce el caraguatá en la región argentina- es nuestra vida y nuestro trabajo porque la mayoría de los mujeres trabajan día a día con esta planta”, explicó a Efe Rodríguez, quien espera que dándose a conocer en Italia otros socios busquen comercializar con este tejido que solo se puede tratar a mano.

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