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Madrid, 19 jun (EFE).- La conservadora Isabel Díaz Ayuso fue reelegida hoy presidenta regional de Madrid para un período de dos años con el voto de los diputados del Partido Popular (PP), al que pertenece, y de Vox (extrema derecha).

Tras una campaña electoral muy polarizada y de gran repercusión nacional, el PP ganó los comicios adelantados del 4 de mayo pasado con 65 de los 136 escaños del Parlamento madrileño.

Vox consiguió 13, de manera que ambas fuerzas suman la mayoría absoluta, frente a los tres partidos de la oposición de izquierdas: Más Madrid (24), Partido Socialista (24)y Unidas Podemos (10).

Díaz Ayuso gobernaba desde hacía dos años en coalición con Ciudadanos (liberales), partido que no obtuvo representación en estas elecciones; y ahora formará un gobierno en solitario, aunque necesitará el apoyo parlamentario de Vox.

Isabel Díaz Ayuso (c) posa con su grupo parlamentario tras ser investida presidenta de la Comunidad de Madrid con los votos a favor del PP y Vox y en contra de Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos, al finalizar la segunda jornada del debate de la sesión de investidura de la XII Legislatura, en la Asamblea. EFE/ Juan Carlos Hidalgo

La presidenta madrileña decidió adelantar las elecciones regionales, programadas inicialmente para el año 2023, para impedir una posible moción de censura de Ciudadanos y el Partido Socialista contra ella, según argumentó en su momento.

Desde que gobierna en Madrid, han sido frecuentes las polémicas y los enfrentamientos con el Gobierno de España, que dirige el socialista Pedro Sánchez, sobre asuntos como las políticas fiscales y, sobre todo, las restricciones socioeconómicas de la crisis sanitaria de la covid-19.

“Hoy empieza una nueva legislatura y probablemente empieza el fin del sanchismo en España”, dijo hoy en alusión a Sánchez en el debate previo a que la cámara legislativas regional la invistiera presidenta de nuevo.

La polémica del debate vino cuando la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, acusó al diputado de Unidas Podemos Serigne Mbayé, de origen senegalés, de entrar de forma “ilegal” en España y de “lucrarse” vendiendo en la calle “a las puertas de los comercios”.

“Me ha tratado de forma racista. Yo soy español como ella”, replicó Mbayé, que lleva 15 años viviendo en España.

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