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Santiago de Chile, 5 ene (EFE).- La convención encargada de redactar una nueva Constitución en Chile decidió la madrugada de este miércoles postergar la votación para elegir a su nuevo presidente tras una maratoniana jornada de más de 18 horas en la que ningún candidato obtuvo la mayoría.

Constituyentes conversan en la madrugada durante la sexta votación para renovar la mesa directiva de la Convención Constitucional, el órgano encargado de redactar la nueva Constitución de Chile. EFE/ Alberto Valdes

La presidenta saliente del órgano, la académica mapuche Elisa Loncón, cuyo mandato concluye, anunció que la votación se reiniciará pasadas las 15:00 hora local (18 GMT).

Los 155 convencionales -en su mayoría ciudadanos independientes sin afiliación a ningún partido- realizaron ocho rondas de votación, pero ninguno de los aspirantes consiguió reunir los 78 votos necesarios para sustituir a Loncón, cuya investidura el pasado 4 de julio para un periodo de seis meses se interpretó como un guiño hacia las mujeres y los pueblos ancestrales.

Pasadas las 2:00 de la madrugada hora local (5 GMT), la científica Cristina Dorador, quien hasta ahora iba liderando las votaciones, retiró su candidatura con el objetivo de “destrabar” la votación.

“Espero que mi paso al costado sea útil para destrabar este asunto (…) Mi nombre no produjo consenso”, admitió en una rueda de prensa la profesora en la Universidad de Antofagasta, al norte del país.

Dorador, quien había reunido los apoyos del Frente Amplio, el Partido Comunista y diversos movimientos sociales, se quedó en la sexta votación a solo seis votos de la mayoría, y en las siguientes rondas se fue desinflando progresivamente hasta los 51 sufragios.

La microbióloga no confirmó si votará por el independiente Benito Baranda, el psicólogo y fundador de la ONG América Solidaria que le sigue en las votaciones y que concita apoyos más transversales, a derecha e izquierda.

La votación se está extendiendo tanto por falta de acuerdos como por culpa de un sistema manual de elección y conteo que ralentiza aún más el proceso, pues cada convencional tiene que levantarse en cada ronda para depositar su voto, que son contados posteriormente uno a uno por la mesa directiva.

La convención, la primera paritaria del mundo y con 17 escaños reservados a los pueblos indígenas, tiene otros seis meses para terminar de redactar la nueva Carta Magna, que deberá ser aprobada en un plebiscito para su entrada en vigor.

Después de tres meses elaborando el reglamento de funcionamiento y diseñando las distintas comisiones temáticas, la convención inició el debate de fondo de los artículos constitucionales el pasado 18 de octubre, cuando se cumplían dos años de las graves protestas de 2019.

El proceso constituyente se planteó precisamente como la vía para solucionar el estallido social, la mayor crisis social en los 31 años de democracia chilena.

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