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Santiago de Chile, 2 may (EFE).- El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de Chile, que se considera una estimación adelantada del producto interior bruto (PIB), registró un descenso del 2,1 % internaual en marzo, informó este martes el Banco Central.

El resultado, que registra una caída mayor de la esperada para el tercer mes del año, se explicó “principalmente por la caída de la minería y del comercio”, afirmó el ente emisor.

“La disminución del Imacec en términos desestacionalizados se explicó por la mayoría de sus componentes, lo que fue parcialmente compensado por el aumento de los servicios”, agregó la institución.

La producción de bienes cayó 3,5 %, resultado que se explicó principalmente por la disminución de 8,5 % de la minería. En tanto, la industria manufacturera cayó 2,5 % y el resto de bienes creció 1,2 %.

La actividad comercial presentó una disminución de 5,4 %, debido al desempeño del comercio minorista, que registró menores ventas en supermercados, grandes tiendas y establecimientos especializados de vestuario y calzado.

El comercio mayorista, por su parte, también cayó, aunque en menor medida a causa de las ventas de materias primas, alimentos y enseres domésticos. El comercio automotor presentó resultados positivos.

Finalmente, los servicios aumentaron un 0,9 %, siendo los servicios personales los de mayor contribución, seguido por los empresariales.

La economía chilena creció un histórico 11,7 % en 2021 –tras la brusca caída del 5,8 % de 2020– y se recuperó más rápido de lo previsto tras la pandemia; sin embargo, las ayudas del Gobierno y varios retiros de ahorros de los fondos de pensiones dispararon la inflación al 7,2 % en diciembre de 2021, una cifra que se dobló en menos de un año, alcanzando el 14,1 % en agosto de 2022, el mayor nivel en los últimos 30 años.

El Banco Central tomó medidas inéditas y retiró el estímulo monetario. El pasado octubre subió la tasa de interés referencial, denominada Tasa de Política Monetaria (TPM), hasta el 11,25 %, su mayor nivel desde 2001, y la ha mantenido así desde entonces.

En 2022 el crecimiento económico se ralentizó hasta llegar al 2,4 %, un porcentaje inferior a las estimaciones iniciales. Para 2023, el ente emisor proyecta una contracción de entre el -1,75 % y el -0,75 % y estima que la inflación convergerá a la meta del 3 % en la segunda mitad de 2024.

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