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París, 4 ene (EFE).- La competición política de cara a las elecciones francesas en 2022 ha dejado huella en la primera sesión parlamentaria del año, cuando los diputados de la oposición suspendieron el voto sobre el proyecto de ley del pasaporte de vacunación para romper los tiempos marcados por el Gobierno.

En una actuación tan rara que los círculos políticos franceses llaman “golpe de teatro”, un grupo de diputados conservadores entró en el hemiciclo de la Asamblea Nacional después de la medianoche, cuando los representantes debían comenzar a debatir el proyecto de ley con sus más de 650 enmiendas presentadas en comisión de leyes.

Aprovechando que no estaba en su totalidad la mayoría parlamentaria del presidente, Emmanuel Macron, la oposición usó su superioridad numérica y votó contra la continuación del debate dando la sesión por terminada.

El texto debía pasar este miércoles al Senado de cara a su aprobación dejando un margen de unos diez días al Consejo de Estado para revisarlo antes de su promulgación para el 15 de enero.

En el atril, la dureza de los propósitos y la intervención de los líderes parlamentarios, que más que el proyecto de ley juzgaban la gestión sanitaria del Ejecutivo desde hace dos años, dejaba claro que la campaña para la elección de abril -seguida de las legislativas en junio- ya ha comenzado para muchos.

Este martes, la oposición y los miembros del Gobierno intercambiaban violentas acusaciones.

La República en Marcha (LREM), el partido de Macron, acusaba a La Francia Insumisa, Agrupación Nacional (antiguo Frente Nacional) y Los Republicanos de hipócritas e irresponsables.

“Es habitual. Nuestros adversarios no quieren debatir, juegan a obstruir, son unos grandísimos hipócritas”, denunció en France Info la presidenta de la comisión de leyes de la Asamblea y diputada de LREM, Yaël Braun-Pivet, tachándoles de “bomberos pirómanos” y recriminándoles haber añadido enmiendas “en masa” a un proyecto que constaba de tres artículos.

El portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, calificó la actuación de los diputados de la oposición de irresponsable, pero estimó que el calendario se respetará “más o menos” y tuvo que defenderse de las burlas por el “amateurismo” de los diputados de la mayoría, casi todos iniciados en la política en 2017.

REVÉS A LOS TIEMPOS DEL GOBIERNO

La pregunta más repetida por los internautas este martes era ¿dónde estaban todos los diputados de la mayoría?

“Los hemos puesto en minoría en el hemiciclo. Una vez aficionado, siempre aficionados”, escribió en Twitter el presidente de los diputados de LR, Damien Abad.

También para el izquierdista Jean-Luc Mélenchon la sensación parecía ser de triunfo, de dar una lección al ministro de Sanidad, que al presentar el proyecto en la Asamblea dio por sentado que quedaba “una larga noche por delante”. “Olivier Véran recibe una corrección”, resaltó.

El proyecto de ley fue presentado en Consejo de Ministros la semana pasada como una herramienta para luchar contra la quinta oleada del coronavirus, provocada por el “maremoto ómicron”, que está dejando más de 200.000 positivos diarios en Francia.

El texto busca sustituir el actual pasaporte sanitario, que obliga a los franceses a mostrar una prueba de vacunación o un test negativo para poder acceder a numerosos lugares públicos, por un pasaporte de vacunación.

Es decir, que para entrar en bares, museos, cines, etc., será imprescindible estar vacunado, cuando el país cuenta aún con más de cinco millones de personas no inmunizadas.

Este martes, el blanco de Attal fue precisamente Valérie Pécresse, la candidata de LR a las presidenciales de abril, que este lunes pidió a sus diputados votar a favor del proyecto. Éstos, en cambio, prefirieron defender su propia postura.

Curiosamente, fue Robert Ménard, un alcalde próximo a la Agrupación Nacional, partido que ha confirmado que votará en contra del pasaporte, una de las voces más críticas contra la actuación de la oposición: “A quienes se alegran de la suspensión de la sesión les diría que en Béziers de 12 camas de ucis, 11 están ocupadas por no vacunados”.

El texto debe regresar al debate parlamentario este martes por la noche por decisión de los jefes de grupo, aunque la intervención de Véran en el Senado ha sido ya retrasada y su aprobación por la Cámara Alta no se espera hasta finales de la semana.

Si en su trayectoria parlamentaria se solicita la revisión constitucional del texto, será difícil que entre en funcionamiento el 15 de enero.

Eso sí, en cualquier caso, y salvo sorpresa, los diputados tendrán que pasar esta noche en vela y muy probablemente continuar mañana miércoles la sesión.

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