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Sídney (Australia), 5 ene (EFE).- La exención médica otorgada al tenista serbio Novak Djokovic, quien no ha precisado si está vacunado contra la covid-19, para que defienda su título en el Abierto de Australia ha causado malestar entre la población en un momento en el que el país oceánico registra un repunte de casos.

El primer ministro de Australia y otras autoridades habían declarado anteriormente que todos los tenistas y miembros de su equipo que participaran en el torneo deberían estar vacunados con la pauta completa.

No obstante, las directrices gubernamentales apuntan exenciones temporales de entrada al país a las personas que tienen “una condición médica grave”, que no pueden ser vacunadas por haber contraído covid-19 en los seis meses anteriores o han tenido reacción adversa a este fármaco, entre otras.

“Novak Djokovic es el tenista más grande de todos los tiempos (…) ha ganado 20 Grand Slams, 87 títulos y miles de millones de dólares sin que sepamos que tiene problemas médicos que lo debilitan”, comentó hoy con ironía el jugador de rugby australiano Kevin Barlett en un tuit.

“Los australianos no pudieron obtener exenciones para ir a los funerales, visitar a los suyos en los hospitales o a las residencias de cuidados o de ancianos. Pasaron meses confinados, pero los deportistas sanos de élite pueden tener una ‘exención médica’ para competir en el Abierto de Australia”, dijo en Twitter el periodista ecuestre Shane Anderson.

Australia ha implementado algunas de las medidas más duras del mundo contra la pandemia, y Melbourne, donde se disputa el torneo entre el 17 y 30 de enero, es la ciudad que acumula más días bajo aislamiento estricto o la prohibición de salir del país a los propios australianos.

Tennis Australia, organizador del Abierto, defendió la participación del número uno del mundo al asegurar que la exención a Djokovic fue resultado de un riguroso proceso realizado por dos paneles independientes de expertos médicos y en línea con las directrices gubernamentales sobre inmunización.

Los organizadores también indicaron que como parte del proceso se mantendrá en secreto la información personal entregada por los solicitantes, lo que supone que Djokovic no está obligado a dar detalles de su situación médica.

“Esperen abucheos -largos, fuertes y sostenidos de disgusto- de aquellos que sólo tienen que dejar volar su frustración y furia”, advirtió el columnista Neil McMahon en un artículo de opinión en el diario Sydney Morning Herald.

El Abierto de Australia, que en la edición pasada impuso a los tenistas una cuarentena de dos semanas, se celebra en medio de una crisis en el país oceánico por el disparo de infecciones, que pasaron de casi 212.000 casos acumulados el 1 de diciembre a más de medio millón esta semana.

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