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VANCOUVER, BC, 09 MAYO.- Mientras la crisis de opioides continúa devastando comunidades en Canadá, especialmente en el Downtown Eastside de Vancouver, las personas en la primera línea de esta emergencia denuncian la falta de acceso a centros de tratamiento, particularmente para las poblaciones indígenas.

A pesar del deseo de buscar ayuda, las barreras administrativas y la escasez de plazas hacen que el camino hacia la recuperación sea un desafío casi insuperable.

Stephanie Martin, portavoz de la Nación Nisga’a y trabajadora de All Nations Outreach, una organización que brinda apoyo a residentes del Downtown Eastside, observa con preocupación cómo la situación empeora día a día. La omnipresencia del fentanilo, una droga 50 veces más potente que la heroína y a menudo mezclada con otras sustancias, ha incrementado dramáticamente los riesgos de sobredosis.

Martin lamenta la falta de plazas en centros de tratamiento, lo que lleva a que personas que buscan ayuda sean rechazadas por falta de espacio. Esto puede tener consecuencias devastadoras, ya que el tiempo de espera puede resultar fatal para quienes luchan contra la adicción.

La experiencia de la comunidad de Sts’ailes, ubicada a 100 kilómetros de Vancouver, ilustra las dificultades que enfrentan las comunidades indígenas para acceder a tratamiento. El centro de curación Telmexw Awtexw, que anteriormente ofrecía servicios de alojamiento para personas en recuperación, se vio obligado a abandonarlos debido a recortes presupuestarios.

Sarah Kinshella, directora de programas de Telmexw Awtexw, destaca la importancia de un enfoque culturalmente sensible para el tratamiento de adicciones en comunidades indígenas. La organización solía ofrecer estancias de hasta un año, creando un ambiente confortable y adaptado a las necesidades específicas de sus pacientes.

Sin embargo, la falta de acceso a centros de tratamiento obliga a las personas a recurrir a opciones provinciales, donde a menudo enfrentan discriminación y barreras administrativas. Connie Adams, consejera en adicciones de Telmexw Awtexw, critica la complejidad de los trámites y la falta de coordinación entre los servicios, lo que prolonga los tiempos de espera y pone en riesgo la vida de las personas.

Ante esta situación, las organizaciones se ven obligadas a enfocarse en estrategias de reducción de daños, como la distribución de kits con materiales estériles y el suministro de metadona, una alternativa menos peligrosa que el fentanilo. Sin embargo, se reconoce la necesidad de ir más allá de la supervivencia y abordar el bienestar integral de las personas.

Dory Pentz, miembro de Telmexw Awtexw, subraya la importancia de satisfacer las necesidades básicas de las personas con adicciones, como la alimentación, la ropa y la higiene, para preservar su dignidad y facilitar su recuperación.

La crisis de opioides en las comunidades indígenas de Canadá requiere una respuesta integral que incluya la ampliación del acceso a tratamiento, la eliminación de barreras administrativas y la implementación de enfoques culturalmente sensibles que aborden las necesidades específicas de estas poblaciones.

La humanización de las personas que luchan contra la adicción y el fortalecimiento de su sentido de pertenencia a la comunidad son elementos fundamentales para su recuperación y bienestar a largo plazo.

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