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Nueva York,14 ene (EFE).- La gran banca de Estados Unidos dio este viernes el pistoletazo de salida de la temporada de resultados reportando más beneficios que el año anterior y expectante por las subidas de los tipos de interés, pero anticipó problemas relacionados con la alta inflación.

JPMorgan Chase, la principal entidad bancaria del país, obtuvo un récord histórico de 48.334 millones de dólares, un 66 % más interanual, alimentados en parte por la reducción de reservas contra impagos, mientras que sus ingresos ascendieron un 1 % acumulado, hasta los 121.649 millones.

El máximo ejecutivo del banco, Jamie Dimon, cuyos comentarios sobre la economía suelen calar en Wall Street, aseguró que la coyuntura está mejorando “pese a los problemas relacionados con la variante ómicron, la inflación y los cuellos de botella en la cadena de suministro”.

LA INFLACIÓN, “FACTOR ADVERSO”

A lo largo de 2021, este banco y sus rivales han aumentado las ganancias gracias a sus negocios relacionados con los mercados, el corretaje bursátil, las salidas a bolsa y las operaciones como fusiones y adquisiciones, unas actividades de las que sacan tajada como asesores.

No obstante, en el cuarto trimestre JPMorgan ha dejado entrever una ralentización, con un 14 % menos de beneficio respecto a ese tramo de 2020 debido a un mayor gasto en las compensaciones de sus empleados y al efecto de los bajos tipos de interés.

En una conferencia posterior, el jefe financiero de la empresa, Jeremy Barnum, dijo que una “inflación modesta que lleve a unos tipos más altos” es buena, pero advirtió de “factores adversos” relacionados con unos precios demasiado elevados que pueden afectarle “los próximos uno o dos años”.

En ese sentido, respecto a sus perspectivas para 2022, señaló que el banco espera ver un aumento del 8 % en los gastos, hasta unos 77.000 millones de dólares, por las “presiones inflacionarias”.

WELLS FARGO REMONTA

Wells Fargo empieza a recuperarse del escándalo por sus prácticas de venta, que le obligó a atravesar una restructuración y ha lastrado sus cuentas durante varios años: en 2021, multiplicó por seis su beneficio hasta los 21.548 millones de dólares e ingresó 78.492 millones, un 6 % más.

Bajo la batuta de Charlie Scharf, consejero delegado desde hace dos años, la entidad ha vivido “cambios radicales en el liderazgo” y ha progresado en su “trabajo de control, regulación y riesgo”, mientras que la reducción de sus reservas contra impagos ha contribuido a mejorar sus cifras.

En el cuarto trimestre se destacó por encima de JPMorgan: su principal negocio, la banca de consumo y préstamos, ingresó un 1 % más, hasta 8.733 millones, mientras que la banca de inversión un 11 % más, 3.512 millones; y el área de gestión de riqueza un 6 % más, 3.648 millones.

La perspectiva de que la Reserva Federal suba los tipos de interés en EE.UU. en los próximos meses favorece a este banco por estar más orientado a los préstamos, y que calcula que podría aumentar su margen de intereses un 8 % en 2022, lo que ha sido acogido con entusiasmo por los analistas de Wall Street.

CITIGROUP DEJA UN AÑO “DECENTE”

Citigroup, bajo el liderazgo de Jane Fraser -la primera mujer que dirige uno de los grandes bancos del país- ha acometido este año la venta de más de una decena de negocios internacionales minoristas que lastraban sus cuentas en Asia, Europa y más recientemente en Latinoamérica.

Su beneficio anual se ha duplicado hasta los 21.952 millones de dólares, favorecido por la reducción de reservas frente a impagos, pero su facturación se ha reducido un 5 %. Ha sido un resultado “decente”, según Fraser, fruto de la mejora del “entorno crediticio” y a la “simplificación” de su estructura.

Como JPMorgan, Citigroup ha tenido un aumento en los gastos operativos, del 18 %, en parte por sus desinversiones pero también por las mayores compensaciones ofrecidas para atraer y retener empleados en medio de la ola de renuncias de empleos que se ha vivido en los últimos meses en EE.UU.

Por áreas, la banca al consumidor redujo su facturación trimestral un 6 %, hasta 6.900 millones, mientras que el área de clientes institucionales la mejoró un 4 %, hasta 9.900 millones impulsado por la banca de inversión, si bien los ingresos relacionados con la renta fija bajaron ligeramente debido a los bajos tipos de interés.

Nora Quintanilla

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