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Nueva Delhi, 4 abr (EFE).- Al menos 22 miembros de las fuerzas de seguridad indias murieron en un ataque de la guerrilla maoísta en uno de sus bastiones en el estado de Chhattisgarh, en el este de la India, uno de los peores incidentes perpetrados por este grupo.

El ataque se produjo el sábado durante una operación de las fuerzas de seguridad contra la insurgencia en el distrito de Bijapur, aunque no fue hasta hoy que se conoció la gravedad del suceso, cuando se recuperaron gran parte de los cuerpos sin vida.

En la zona boscosa donde tuvo lugar el enfrentamiento se localizaron hoy 17 cadáveres de miembros de las fuerzas de seguridad, a lo que se suman otros cinco que habían sido localizados ayer, según informó al diario The Indian Express el superintendente de la Policía de Bijapur.

El 2 de abril, durante una operación contra la guerrilla maoísta, más de 2.000 miembros de las fuerzas de seguridad de cinco campamentos diferentes se habían adentrado en estas zonas boscosas, a unos 60 kilómetros del cuartel general del distrito.

Las muestras de condena se han multiplicado, tanto desde el Gobierno como de la oposición.

“Mis pensamientos están con las familias de los mártires que lucharon contra los maoístas en Chhattisgarh. Los sacrificios de estos valientes mártires nunca serán olvidados”, escribió en Twitter el primer ministro indio, Narendra Modi.

El ministro de Interior, Amit Shah, canceló hoy por su parte la campaña electoral en el estado nororiental de Assam para regresar a Nueva Delhi y coordinar esta crisis, al tiempo que aseguró a la prensa que su lucha contra los maoístas “será más fuerte”.

“Me inclino ante los sacrificios de nuestro valiente personal de seguridad que murió mientras luchaba contra los maoístas en Chhattisgarh. La nación nunca olvidará su valor. (…) Continuaremos nuestra lucha contra estos enemigos de la paz y el progreso”, escribió también hoy Shah en su cuenta de Twitter.

El movimiento naxalita, denominado así porque nació tras una revuelta en la aldea bengalí de Naxalbari en 1967, busca imponer una revolución agraria de corte maoísta y continúa activo tras medio siglo de operaciones sobre todo en el llamado “cinturón rojo”, una franja de territorio que recorre el centro y el este de la India.

El de este fin de semana es uno de los peores ataques de los últimos años. En 2019 al menos 16 personas, la mayoría policías, murieron al explotar una mina colocada por guerrilleros maoístas al paso del vehículo en el que viajaban en el oeste de la India y en 2017 murieron 25 policías tras sufrir una emboscada en Chhattisgarh.

Según datos del Portal de Terrorismo del Sur de Asia, el pasado año en la India se produjeron 239 muertes en incidentes relacionados con los maoístas (61 de ellos civiles, 44 miembros de las fuerzas de seguridad y 134 guerrilleros), unas cifras que alcanzaron en 2010 los 1.179 fallecidos, entre ellos 630 civiles.

EFE

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