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MADRID, 26 ABRIL.- La inesperada decisión del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, de tomarse unos días para reflexionar sobre su continuidad al frente del Ejecutivo ha inyectado una dosis de incertidumbre en la campaña de las elecciones catalanas, que arrancó oficialmente a la medianoche de este jueves.

Los mensajes, las estrategias y la planificación de los candidatos a la presidencia de la Generalitat de Cataluña podrían verse alterados en función de la decisión que anuncie Sánchez el próximo lunes. La carta abierta publicada por el presidente, en la que dejaba en el aire su continuidad tras la denuncia contra su esposa por presunta corrupción, ya ha tenido un primer impacto en la campaña del PSC.

Salvador Illa, candidato socialista y favorito en las encuestas, no contó con la presencia de Sánchez en el mitin de inicio de campaña en Sabadell (Barcelona). La ausencia del presidente del Gobierno fue notoria y ha generado dudas sobre el apoyo que recibirá Illa por parte del PSOE en las próximas semanas.

La decisión de Sánchez también tiene implicaciones para los principales rivales de Illa: Pere Aragonès, presidente de la Generalitat y candidato de ERC a la reelección, y Carles Puigdemont, expresidente y cabeza de lista de Junts. Las primeras reacciones de ERC y JxCat han oscilado entre el apoyo matizado y la incredulidad ante una posible dimisión de Sánchez.

Puigdemont ha expresado sus recelos sobre el anuncio de Sánchez, sugiriendo que podría tratarse de una “estrategia táctica” y proponiendo que se someta a una cuestión de confianza. Por su parte, ERC ha mostrado un apoyo más explícito a Sánchez, aunque con matices. Gabriel Rufián, portavoz de ERC, afirmó que la derecha “va a por un PSOE que muchas veces miró para otro lado”, pero al que hoy “solo cabe apoyar y aguantar”.

En el caso de que Sánchez se sometiera a una cuestión de confianza, ERC y JxCat se verían en la incómoda posición de tener que apoyarlo para no poner en peligro la legislatura y la tramitación de la ley de amnistía. Si Sánchez decidiera dimitir y el PSOE intentara investir a un sustituto, los partidos independentistas se encontrarían en una situación igualmente compleja, a las puertas de unas elecciones en las que, según las encuestas, podrían perder la mayoría absoluta.

La incertidumbre sobre el futuro de Sánchez ha eclipsado el inicio de la campaña electoral catalana, generando dudas sobre el desarrollo de la misma y el posible impacto en los resultados del 12 de mayo.

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