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Redacción deportes, 4 abr (EFE).- La organización de la París Roubaix, tercer “monumento” del año que se disputa el domingo, decidió incorporar una chicane en el tramo adoquinado de Arenberg para reducir el riesgo de caídas, decisión que ha causado controversia en el pelotón

ASO, entidad organizadora de la prueba, ha pensado en la seguridad del pelotón, colocando una serie de curvas para impedir entrar en el tramo adoquinado a toda velocidad, una chicane.

El pelotón, normalmente, entra en el tramo adoquiando del Bosque de Wallers a 58 por hora, pero con la curva chicane la velocidad bajará considerablemente. Además, las últimas lluvias están convirtiendo el escenario de la Roubaix en un infierno literal.

El campeón del Mundo, el holandés Mathieu van der Poel, reciente ganador del Tour de Flandes, se mostró en contra de la medida, pero, sin embargo, el Visma Lease a Bike, está a favor.

“¿Esto es una broma?”, señaló contundente Van der Poel, claro favorito para la 121 edición del domingo, y además, 6 veces campeón del Mundo de ciclocrós.

Sin embargo, desde otros sectores hubo apoyo a la decisión de la organización. Por ejemplo, el Visma-Lease a Bike aplaudió que fuese aceptada la propuesta del líder del sindicato ciclista internacional, el australiano Adam Hansen.

“¡Bien hecho, Adam Hansen! Juntos llevamos la seguridad de nuestro deporte a un nivel superior”, dijo Richard Plugge, director general del Visma.

Por su parte, uno de los corredores del equipo, el neerlandes Dylan van Baarle agradeció la decisión con un mensaje gráfico en sus redes.

El ganador de A Través de Flandes, el estadounidense Matteo Jorgenson, se mostró mucho más contundente con un mensaje en X.

¿Qué quieren ver los seguidores, ciclistas completamente cubiertos de sangre después de deslizarse con la cara sobre adoquines afilados a 80 kilómetros por hora?. El texto viene acompañado con una foto del excorredor americano Mitchell Docker, cubierto de sangre tras una caída en el Bosque de Wallers.

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