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Roma, 10 ene (EFE).- La mayoría de Italia se encuentra desde hoy en “zona amarilla”, con trece regiones y dos provincias autónomas en el segundo nivel del sistema de restricciones instaurado por la pandemia, al tiempo que entran en vigor nuevas medidas, como el uso del certificado sanitario reforzado para acceder a los medios de transporte.

Policías de la compañía de transportes verifican el pasaporte covid de un usuario este lunes en Turín. EFE/EPA/Tino Romano

Las regiones de Valle de Aosta, Emilia-Romaña (norte), Los Abruzo y Toscana (centro) entran este lunes en ese nivel tras la ordenanza firmada por el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, ante el elevado número de contagios por la rápida difusión de la variante ómicron.

Un agente de la compañía de transportes verifica el pasaporte covid de un usuario este lunes en Turín. EFE/EPA/Tino Romano

Se suman a las de Friuli-Venezia Giulia, Liguria, Lombardía, Piamonte y Véneto (norte), Las Marcas, Lacio (centro), Sicilia y Calabria (sur) y las provincias autónomas de Bolzano y Trento (norte), que ya estaban en el segundo de los cuatro escalones del sistema de restricciones nacional por la pandemia.

Sin embargo, apenas se notarán los cambios, pues el uso obligatorio de la mascarilla en exteriores y la limitación de cuatro comensales en bares, restaurantes y fiestas, que son las principales restricciones de la “zona amarilla”, ya habían sido decretadas en las últimas semanas por el Ejecutivo.

Entre ellas figura también la exigencia, a partir de hoy, del certificado sanitario reforzado -que se obtiene con la vacunación o al superar la enfermedad- para poder acceder a los medios de transporte, además de a hoteles, ceremonias o festivales. Hasta ahora se pedía para el ocio y para consumir en el interior de bares y restaurantes.

Italia alcanzó su récord oficial de contagios de la pandemia el pasado jueves, cuando las autoridades comunicaron 220.000 nuevos casos de coronavirus en las 24 horas anteriores y se calcula que actualmente hay dos millones de positivos.

El Ejecutivo aprobó la pasada semana el miércoles la vacunación obligatoria para los mayores de 50 años y los que no lo hagan serán multados con 100 euros, mientras que quienes intenten ir a trabajar sin haber recibido el pinchazo recibirán sanciones de entre 600 a 1.500 euros.

También extendió la obligación de vacunación al personal universitario, con independencia de su edad, equiparándolo así al personal escolar, que ya lo tiene que hacer desde finales del año pasado, al igual que el personal sanitario y de seguridad.

Además, los estudiantes italianos regresan hoy a las clases presenciales, tras las vacaciones navideñas, en una decisión del Gobierno a la que se oponen algunas regiones, directores y sindicatos, que advierten de que la educación “online” será inevitable al haber miles de alumnos y profesores contagiados.

El primer ministro, Mario Draghi, ha convocado una rueda de prensa a las 18.00 horas locales (17.00 GMT) para explicar las medidas muy polémicas entre la población, como la de imponer multas de 100 euros a los mayores de 50 que no se vacunen, que ha provocado el rechazo del sector sanitario. ¿Ese es el precio de nuestra salud?, se han preguntado varios enfermeros en redes sociales.

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