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RAFAH, 08 MAYO.- La ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, se ha convertido en el epicentro de la tragedia humanitaria que vive el enclave palestino. Las últimas 24 horas han sido especialmente sangrientas, con al menos 35 palestinos muertos por ataques israelíes, elevando la cifra total de fallecidos a más de 34.800 desde el inicio de la guerra.

El Ejército israelí, que inició una operación militar en Rafah el pasado lunes, ha ordenado la evacuación de la población civil del este de la ciudad, mientras continúa con sus ataques aéreos y terrestres contra objetivos de Hamás.

Las autoridades palestinas denuncian que Israel ha cometido “siete masacres contra familias” en Gaza, dejando miles de cuerpos enterrados bajo los escombros. Los hospitales se encuentran desbordados y la situación humanitaria es crítica, con más de 78.000 heridos y 1,5 millones de desplazados buscando refugio en condiciones precarias.

El Ejército israelí asegura que la operación en Rafah está dirigida a “desmantelar infraestructura terrorista” y capturar a los milicianos de Hamás que operan en la zona. Sin embargo, la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, ha alertado sobre las consecuencias catastróficas de una operación militar a gran escala en una zona densamente poblada como Rafah.

La orden de evacuación de unas 100.000 personas del este de Rafah ha generado aún más caos y sufrimiento. Los desplazados se han visto obligados a buscar refugio en el área de Mawasi, que ya se encontraba saturada.

Además de la ofensiva en Rafah, la aviación israelí ha atacado más de 100 objetivos en toda la Franja de Gaza, incluyendo “estructuras militares, puestos de observación, puestos de lanzamiento e infraestructura militar adicional”.

La situación en Gaza se agrava con cada día que pasa, y la comunidad internacional sigue buscando una salida al conflicto que ponga fin a la violencia y al sufrimiento de la población civil.

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