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Lima, 30 may (EFE).- La Policía Nacional del Perú (PNP) ha desplegado este martes a más de 4.000 agentes en distintos puntos de la región sureña de Puno, fronteriza con Bolivia, donde gremios y organismos sociales han convocado a una paralización de 24 horas en rechazo al Gobierno de la presidenta Dina Boluarte.

Los manifestantes piden la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso y la convocatoria a nuevas elecciones generales, las mismas exigencias de las protestas gubernamentales que se desarrollaron entre diciembre y marzo pasado, con un saldo de 77 muertos, 49 de ellos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Medios locales informaron que desde la madrugada de este martes grupos de personas acatan la protesta en Puno, a casi 1.300 kilómetros de Lima, que comprenderá movilizaciones en distritos y provincias, en las que han confirmado su participación la Central Única de Barrios de Puno y el Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep).

Al respecto, el jefe de la X Macro Región Policial en Puno, Enrique Monroy, informó en la emisora RPP que los policías se encargan de la seguridad ciudadana y el resguardo de las instituciones públicas y privadas, incluido el aeropuerto de la ciudad de Juliaca, que fue reabierto a fines de abril pasado tras permanecer cerrado durante más de tres meses por las protestas antigubernamentales que se presentaron desde enero.

CONVOCATORIA A UN “PARO SECO”

Según sus organizadores, se ha convocado a un “paro seco”, que comprende la paralización de las actividades económicas, comerciales, educativas y de transporte, lo que incluirá el bloqueo de vías y puentes en la región.

Los primeros reportes indicaron que en el sur de la región grupos de pobladores aimaras bloquearon el Puente Internacional que une con Bolivia, en la localidad de Ilave, mientras que en el norte se reportó un bloqueo en la Carretera Interoceánica.

Además, se informó de bloqueos en carreteras en los distritos de Ayaviri y Huancané, mientras que las actividades se desarrollan con normalidad en las ciudades de Puno y Juliaca, las principales de la región, donde trabaja el transporte público y se han abierto los mercados.

Al respecto, el presidente del autodenominado Consejo Anticorrupción de Puno, Fernando Salas, aseguró en la emisora Radio Exitosa que en las próximas horas se harán manifestaciones en todas las plazas de la región y dijo que “no hay posibilidad de diálogo con el Gobierno de Dina Boluarte”.

En una reciente asamblea de organizaciones sociales de Puno se acordó también realizar una nueva marcha de protesta hacia Lima en las próximas semanas, similar a la que hicieron a inicios de año y que fue uno de los últimos actos de movilización tras la destitución del expresidente Pedro Castillo en diciembre pasado.

Con respecto a la intervención de las fuerzas del orden, manifestó que se deberá hacer garantizando la aplicación de los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad.

Las protestas estallaron en Perú tras el fallido golpe de Estado de Pedro Castillo el 7 de diciembre pasado, y continuaron desde enero con movilizaciones y enfrentamientos con las fuerzas del orden en rechazo al Gobierno de Boluarte, quien asumió la jefatura del Estado por ser la vicepresidenta.

Según diversas fuentes, al menos 49 civiles murieron durante esos enfrentamientos, mientras que las protestas dejaron, en total, 77 fallecidos, ya que otras personas, entre ellas varios haitianos, también fallecieron por acciones como el bloqueo de carreteras.

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