Publicidad

La Policía filipina ha arrestado este martes al senador Antonio Trillanes, una de las voces más críticas frente a la guerra contra las drogas que libre el presidente del país, Rodrigo Duterte. La detención se ha producido minutos después de que un juzgado de instancia de Manila, la capital, emitiera una orden de detención bajo la acusación de rebelión. Trillanes, militar retirado, participó en 2003 en un fallido golpe de Estado contra la entonces presidenta y actual aliada de Duterte, Gloria Macapagal Arroyo, hecho por el que permaneció en prisión siete años y medio. En 2011 recobró la libertad por medio de una amnistía que Duterte acaba de declarar irregular y cuya derogación ha motivado el arresto del dirigente opositor. A las pocas horas de ser detenido y tras haber abonado una fianza provisional de 200.000 pesos (unos 3.000 euros), Trillanes ha quedado en libertad.

El arresto del exmilitar es solo la última ronda del combate que este libra con Duterte, al que ha acusado de estar detrás de miles de supuestas ejecuciones extrajudiciales cometidas por las autoridades en la guerra que Filipinas libra contra la droga. Trillanes también ha respaldado la presentación en la Corte Penal Internacional de varias denuncias por crímenes de lesa humanidad contra el actual presidente.

El senador, conocido por ser el principal ariete para descabalgar a Duterte del poder, ha ocupado el centro del escenario político y mediático desde hace tres semanas, cuando la amnistía promulgada en 2011 por el predecesor de Duterte, Benigno Aquino, fue derogada. Hasta ese momento, distintos juzgados habían desestimado las acusaciones de rebelión realizadas contra el exmilitar amparándose en la vigencia de esta norma.

El de Trillanes es el segundo arresto de un legislador durante el mandato de Duterte. El primero fue el de la senadora Leila de Lima, en prisión sin juicio desde febrero de 2017. De Lima está acusada de aceptar sobornos de narcotraficantes, cargo que niega y considera una fabricación para dañarla.

El Gobierno ha solicitado a Trillanes que deje a un lado la “grandilocuencia” y acepte la decisión judicial. El exmilitar fue uno de los cabecillas del grupo Magdalo, responsable de tres levantamientos militares fracasados que pretendían, en protesta por la corrupción y los abusos de poder del Gobierno, descabalgar de la presidencia a Macapagal Arroyo (2001-2010), actual presidenta de la Cámara de Representantes.

En las últimas semanas, el presidente filipino ha acusado de conspirar para expulsarlo del poder a Magdalo, reconvertido en partido político, al Partido Comunista, proscrito en Filipinas, y al opositor Partido Liberal, al que pertenece la senadora De Lima.

 

Publicidad