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Madrid, 4 may (EFE).- Con tres remontadas exhibiendo la imagen de las grandes noches europeas, la participación de 24 jugadores, entre ellos tres canteranos de los que dos, Álvaro Rodríguez y Mario Martín, disputaron sus primeros minutos con el primer equipo, el Real Madrid llegó a la final de la Copa del Rey tras dejar en el camino a Cacereño, Villarreal, Atlético de Madrid y Barcelona, en el camino más exigente.

En esta ocasión el orgullo, la lucha hasta el final, el gen competitivo y el adn que ha convertido al Real Madrid en el rey de Europa lo trasladó a una Copa del Rey a la que concedió una importancia mayor a las últimas temporadas.

No le hizo falta al equipo de Carlo Ancelotti tirar de remontadas épicas en la vigente edición de la Liga de Campeones, apenas la reacción inmediata a los dos golpes recibidos en Anfield por un Liverpool al que acabó goleando. Las trasladó a una Copa del Rey en la que en más de una ocasión estuvo caminando por el alambre. Con dos goles de desventaja al descanso en La Cerámica en una eliminatoria a partido único; remontando el tanto de Álvaro Morata en el derbi madrileño; y resucitando cuando se le daba por muerto en el clásico del Camp Nou.

El Real Madrid se planta en la final en La Cartuja tras marcar once tantos en cinco encuentros, quedándose sin anotar solamente en uno, la ida de semifinales, exhibiendo poderío goleador de su tridente ofensivo: cuatro tantos de Karim Benzema, tres de Vinícius Junior y dos de Rodrygo.

Cumplió sin exceso alguno en su estreno en dieciseisavos de final. Ante el Cacereño de Segunda RFEF, que tuteó por momentos al ‘gigante’ hasta que el brasileño Rodrygo Goes realizó su particular homenaje a la leyenda recién fallecida Pelé. En un césped en mal estado hizo magia con un recorte con el que se marchó de dos rivales antes de poner con rosca el balón del triunfo en la escuadra.

Poco más dejó ese 0-1 de un Real Madrid con presencia masiva de suplentes en el que fue titular hasta Eden Hazard. El belga duró 68 minutos en el campo y su actitud provocó que, desde entonces, sus oportunidades desaparecieran con Carlo Ancelotti. El torneo lo comenzó jugando Andrey Lunin en portería y dejó el estreno de un espigado delantero, poderoso en el juego aéreo y batallador como el uruguayo Álvaro Rodríguez con el primer equipo. Su irrupción tuvo continuidad en partidos posteriores.

El bombo dejó siempre grandes rivales para el Real Madrid. Si quería llegar lejos en la Copa del Rey, iba a tener que ganárselo en el campo. Siempre ante rivales de la zona más alta de la clasificación de Primera. En octavos de final el Villarreal, a partido único y de visitante.

El momento en el que Ancelotti demostró que tenía intención de pelear por el primer título que conquistó como entrenador del Real Madrid, hace nueve años, alineando un equipo titular con hasta el belga Thibaut Courtois en portería, y en el que los jugadores sacaron a relucir el orgullo para levantarse de un mal momento.

Venían de ser zarandeados en la final de la Supercopa de España por el Barcelona y al descanso en La Cerámica, el gol tempranero del francés Etienne Capoue y al borde del descanso del nigeriano Samu Chukwueze, le dejaban al borde de la eliminación. El paso por vestuarios lo cambió todo. La charla de ‘Carletto’ tocando el orgullo. Y la entrada en escena de Dani Ceballos que cambió el panorama. Un gol suyo certificó la remontada tras una segunda parte perfecta. Había participado en los dos previos, de Vinícius y Militao, para levantar al Real Madrid de la lona (2-3).

Por si no tenía emociones fuertes, los cuartos de final depararon un derbi ante el Atlético de Madrid. El equipo de Diego Simeone se agarraba a la Copa como el único torneo posible tras quedar fuera a las primeras de cambio de la pelea por LaLiga y de la Liga de Campeones. Fuera incluso en la fase de grupos de caer a la Liga Europa.

El ‘factor Bernabéu’ fue decisivo para un Real Madrid que cuatro años después certificaba su regreso a unas semifinales coperas. Tras ser sometido en el primer acto y desatarse en el segundo, de nuevo desde una genialidad del brasileño Rodrygo. Superior en la prórroga en la que fue decisiva la expulsión del montenegrino Stefan Savic antes de los goles de Bensema y Vinícius (3-1).

En semifinales no bajaría el nivel de exigencia. El Barcelona de Xavi Hernández le haría sentir impotencia al Real Madrid en la ida, en el Bernabéu, con bajas importantes y retocando su estilo. Supo defender para no recibir ni un solo disparo y contragolpear, aprovechar un error grave del francés Eduardo Camavinga y la mala fortuna de Militao al marcar en su propia puerta (0-1).

De la improductividad ofensiva pasó el equipo de Ancelotti a uno de sus mejores partidos de la temporada. Sin nada que perder en el Camp Nou salió a por su eterno rival y lo pasó por encima. El primer gol de Vinícius en el Camp Nou. Un triplete para la historia de Karim Benzema en 31 minutos (0-4). El último impulso hacia una final deseada y peleada en la que el Real Madrid buscará su vigésima conquista de la Copa del Rey.

. El camino del Real Madrid hasta la final de La Cartuja:

– Dieciseisavos de final:

Cacereño 0 – Real Madrid 1

– Octavos de final:

Villarreal 2 – Real Madrid 3

– Cuartos de final:

Real Madrid 4 – Atlético de Madrid 1

– Semifinales:

Real Madrid 0 – Barcelona 1

Barcelona 0 – Real Madrid 4

. Goleadores del Real Madrid en la Copa del Rey 2022-23:

Benzema 4 goles

Vinícius 3

Rodrygo 2

Militao 1

Ceballos 1

Roberto Morales

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