Publicidad

Justin Trudeau pasó las vacaciones navideñas con su familia en Costa Rica. Ahí cumplió 48 años de vida. De vuelta, el primer ministro canadiense ocupa espacios en columnas periodísticas y redes sociales por un detalle: una barba entrecana cuidadosamente recortada.

Han surgido especulaciones sobre la decisión del político respecto a su vello facial. Ello sonaría exagerado si no fuera porque el premier canadiense ha hecho de su imagen una herramienta de peso que le ha granjeado simpatías, pero que también lo ha puesto en aprietos. “¿Cuándo una barba es más que una barba? Cuando está en el rostro de Trudeau”, escribió Mark Kingwell, profesor de la Universidad de Toronto, en el diario The Globe and Mail.

Adam Scotti, fotógrafo oficial de Trudeau, publicó el 6 de enero en Instagram el nuevo look del primer ministro. Pocas horas después, las cuentas oficiales de Trudeau en Facebook y Twitter difundieron otra fotografía donde aparecía en una reunión de trabajo exhibiendo la barba. “¡Queremos una explicación!”, escribieron varios internautas.

La oficina del primer ministro no se ha pronunciado al respecto. Si los comentarios a favor han pululado, las críticas también se han contado por montones. Por ejemplo, la senadora conservadora Denise Batters expresó en Twitter: “Luego de unas vacaciones de 17 días, es revelador que la única noticia sobre el primer día de trabajo del primer ministro Trudeau sea una barba”.

De hecho, Trudeau ya ha llevado bigote y perilla de mosquetero, además de frondosa cabellera. Lo hizo cuando daba sus primeros pasos como diputado, pero optó por navaja diaria y peinado corto al tomar las riendas del Partido Liberal en 2013. Trudeau se ha convertido en el primer dirigente del Gobierno canadiense, desde Mackenzie Bowell a finales del siglo XIX, en usar barba.

También hay un antecedente familiar. Su padre, Pierre Elliott Trudeau, fue primer ministro de 1968 a 1979 y de 1980 a 1984. En el verano de 1979, cuando era jefe de la oposición, volvió a su trabajo en Ottawa con cara barbuda, pero seis semanas después decidió rasurársela.

Es probable que Justin Trudeau haya decidido simplemente conservar el mismo aspecto que lució en las playas costarricenses. No obstante, el gesto se presta a especulaciones por la alta importancia que el primer ministro canadiense ha dado a su imagen en distintos momentos.

Trudeau ha mostrado buen rollo luciendo calcetines multicolores, ha dado muestras de buen estado físico realizando posiciones de yoga y ha levantado suspiros con sus fotografías en Vogue y Rolling Stone.

Justin Trudeau, el pasado fin de semana.
Justin Trudeau, el pasado fin de semana. CANDACE ELLIOTT REUTERS

Pero las alabanzas vienen y van. Basta recordar las mofas hacia Trudeau por la vestimenta que utilizó en varios momentos de su viaje oficial a la India; igualmente, las añejas fotografías que salieron a la luz en plena campaña electoral donde aparecía con maquillaje oscuro y que le valieron acusaciones de racismo (se disculpó una y otra vez). Y el escándalo SNC-Lavalin [violó una ley de conflicto de intereses] no fue menor, teniendo en cuenta que Trudeau subrayó a su llegada al poder en 2015 que privilegiaría una forma distinta de hacer política.

Trudeau consiguió la reelección el pasado octubre, pero su partido perdió la mayoría parlamentaria.

Justin Trudeau ahora lleva barba. Mark Kingwell se interrogaba: “¿Está tratando de parecer más viejo y distinguido?”. Lynne Mackay, de la consultora Mackay Byrne Group, declaró a la BBC que el primer ministro “tiene un aspecto más maduro”, especialmente por los tonos grises en su vello facial. “Hay un cierto nivel de madurez que está proyectando con esta barba, no hay duda al respecto”, agregó. Kingwell lanzaba otra pregunta: “¿O está, por el contrario, tratando de parecer más joven y moderno?”.

En diciembre, Trudeau dio entrevistas a varios medios canadienses. Un asunto que apareció con frecuencia fue cómo sería su nuevo mandato. Dijo que buscaría tener un perfil más bajo y más profesional, esperando que sus ministros ocuparan mayor espacio mediático.

Si en anteriores noches de Halloween, Trudeau se vistió de Superman y de personaje de Star Wars, en la de 2019 decidió no disfrazarse. Asimismo, participó hace unas semanas en un programa humorístico de la televisión de Quebec, como lo ha hecho desde hace varios años. Sin embargo, esta vez su aparición fue muy contenida, como si calculase el impacto de cada una de sus palabras.

Y hace unos días Trudeau aterrizó en Canadá con barba, provocando la ola de comentarios, más allá de sus verdaderas razones para lucir nuevo aspecto.

Publicidad