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Madrid, 30 may (EFE).- Los partidos españoles aceleran y afinan estrategias para las elecciones generales del 23 de julio, en las que el opositor Partido Popular (PP, conservador) aspira a unir el voto de derechas para derrotar al líder socialista, Pedro Sánchez, y alcanzar así el Gobierno.

Estimulado por el importante triunfo en los comicios municipales y regionales del domingo, el jefe de los conservadores, Alberto Núñez Feijóo, llamó este martes a concentrar “todos los esfuerzos en el PP como herramienta útil para ganar a Sánchez”, que gobierna en coalición con Unidas Podemos (izquierda) desde enero de 2020.

Precisamente, el fuerte revés sufrido por el Partido Socialista (PSOE), y también por otras fuerza de la izquierda, hizo que Sánchez anunciara este lunes un adelanto de las elecciones parlamentarias nacionales, que estaban previstas en diciembre de este año.

Los socialistas perdieron seis de los nueve gobiernos regionales que encabezaban y 15 de las 22 capitales de provincia.

España “quiere avanzar en unidad, sin bloques y todos juntos”, incidió hoy Núñez Feijóo en un discurso ante la Junta Directiva Nacional de su partido.

El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, en una imagen de archivo. EFE/Chema Moya

El líder opositor busca así una mayoría parlamentaria suficiente que le garantice ser presidente del Gobierno y no tener que depender, o lo menos posible, de otras fuerzas, en concreto de la extrema derecha que representa Vox.

Este partido también obtuvo un buen resultado electoral el domingo en regiones y ayuntamientos.

De hecho, el PP tendrá que negociar con Vox para poder gobernar varias regiones y ciudades importantes del país, aunque Núñez Feijóo obvió esta cuestión hoy. Los posibles pactos con la extrema derecha es una de las críticas habituales que la izquierda hace a los conservadores.

También necesitaría el PP pactar con Vox después del 23 de julio, pues los conservadores ganarían claramente las elecciones generales, según la mayoría de las encuestas, pero requerirían el apoyo parlamentario de la extrema derecha para poder gobernar.

Una de las cuestiones de fondo es si el PP podría gobernar en solitario, como pretende, o Vox le exigirá entrar en el Ejecutivo.

En este ambiente, Alberto Núñez Feijóo valoró hoy que Ciudadanos (liberales) haya decidido no presentarse a esas elecciones generales.

Este partido, que arrastra una larga crisis, ha desaparecido prácticamente de todos los parlamentos regionales y corporaciones municipales; la gran mayoría de sus antiguos simpatizantes optaron el domingo por votar al PP.

LA IZQUIERDA MINORITARIA BUSCA UNIDAD

Tras la gran pérdida de poder territorial sufrida el domingo, el líder socialista Sánchez podría dar pistas este miércoles sobre cómo el PSOE afronta las elecciones generales, cuando se reúna con los diputados nacionales y senadores de su partido.

Sus socios de gobierno, Unidas Podemos, también tuvieron un resultado electoral nefasto en regiones y municipios, lo que ha intensificado el debate sobre cómo concurrirán las fuerzas minoritarias de izquierda a las elecciones de julio para concentrar el voto.

La actual vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, la izquierdista Yolanda Díaz, encabeza el Movimiento Sumar, con la idea de agrupar a formaciones políticas progresistas de todo el país y candidatos independientes.

El partido Podemos, que lidera la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, y la plataforma de Díaz han iniciado conversaciones para encontrar una fórmula que les permita confluir en las elecciones.

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