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Kevin y Mike son dos amigos que se conocieron en la Universidad de Stanford. Siendo veinteañeros, tuvieron una idea. Fracasó. Pero sobre esa construyeron otra, una red social de fotos llamada Instagram. Funcionó tan bien que se la vendieron por mil millones de dólares a otro veinteañero, Mark, que a su vez tenía una red social llamada Facebook. Los tres son multimillonarios y famosos. Entre los tres conectaban el mundo entero a través de selfies sonrientes. Hasta esta semana, cuando el mundo descubrió que Kevin, Mike y Mark ya no son amigos.

¿Quién abandona el liderazgo de una empresa, creada por él mismo, que utilizan mil millones de personas y tiene un enorme poder sobre industrias como la moda, el marketing, la publicidad o los medios? El comunicado de Systrom y Krieger es exquisitamente educado con Facebook, que compró Instagram en 2012: “Planeamos dejar Instagram para explorar de nuevo nuestra creatividad y curiosidad (…) Nos sigue emocionado el futuro de Instagram y Facebook en los próximos años, mientras pasamos de ser los líderes a ser dos usuarios dentro de mil millones”.

En una entrevista en julio de 2017, Krieger aseguraba que estaban muy satisfechos del acuerdo con Facebook. “Llevamos en Facebook cinco años y aún tenemos una voz independiente”, decía. “Aún tenemos el control de Instagram y sigue siendo un éxito. Quizá lo seguiría siendo si nos hubiéramos mantenido independientes, pero sería diferente”.

En algún momento de este año, eso se ha roto. No hay aún un relato razonado por parte de ninguno. Según fuentes internas citadas por The Wall Stret Journal, estaban descontentos con la cada vez menor libertad para dirigir la empresa. Además, se quejaban de cambios en la aplicación dirigidos a promover el crecimiento de Facebook a costa de Instagram. Algunas fuentes dicen que a partir de mayo hubo un cambio en la dirección y Systrom dejó de tener acceso directo a Zuckerberg. El control se ha ido haciendo cada vez mayor. Por ejemplo, hace unas semanas la división de marketing de Instagram fue absorbida por Facebook.

Este divorcio es una de las grandes historias empresariales del año. Porque Systrom (Holliston, Massachusetts, 1983) y Krieger (Sao Paulo, Brasil, 1986) son el rostro del éxito treintañero en vaqueros y zapatillas, los jóvenes que asaltaron la economía de Internet cuando ya existía Google. Krieger iba un par de cursos por detrás de Systrom en Stanford. Se habían conocido en la cafetería. Tras graduarse, Systrom trabajó tres años en Google, años que asegura que fueron claves en su formación. En 2010 lo dejó para trabajar en su propia app. Systrom convenció a Krieger para que dejara su trabajo y entre los dos desarrollaran una red en la que compartir lugares visitados y ver dónde están tus amigos a través de fotos. No funcionó, pero fue el embrión de Instagram. El producto final venía a ser lo mismo, pero centrado solo en las fotos.

La afición por la fotografía de Systrom viene de un viaje a Florencia al empezar la carrera. Pensaba llevarse una cámara de primer nivel, pero un profesor le recomendó que se llevara una cámara Holga de plástico. Es prácticamente una cámara de juguete. “Tienes que aprender a amar la imperfección”, le dijo este profesor, según contaba este mismo mes Systrom en Mastersofscale.com. Hacía fotos cuadradas, “medio borrosas y medio artísticas”. En una época en la que las cámaras digitales ya eran de uso común, Systrom revelaba las fotos a mano y aprendió a virar los colores. ¿Les suena?

El 16 de julio de 2010, Systrom colgó en Instagram la primera foto del servicio. Era un perro golden retriever en un puesto de tacos de México. En una esquina se ve un pie de su novia. Utilizó un filtro llamado X-PRO2. En el cuadro de texto, Kevin dice: “Test”. La aplicación para móviles cobró vida el 6 de octubre de 2010. En las primeras 24 horas se apuntaron 30.000 personas. Dicen los expertos que la clave está en su sencillez. Una foto y un pie de foto. Herramientas para editar la imagen y darle un toque especial. Comentarios de amigos. Así, en un chorro infinito. Para cuando la compró Facebook, año y medio después, tenía 30 millones de usuarios.

A partir de ahí, la vida de Systrom en Instagram ha sido un poco como la de los demás. Viajes, bodas, platos de comida, atardeceres, niños pequeños y creatividad de andar por casa. Systrom monta en bici, juega al golf y le interesa la moda. En noviembre de 2015 se casó con Nicole Schuetz, compañera de Stanford que trabaja en energías limpias. Les gusta acudir a la exclusiva gala anual del Metropolitan. El pasado enero tuvieron una hija que se llama Freya.

Mike Krieger, por su parte, se declaró el pasado diciembre a su novia, Kaitlyn Trigger, rodilla en tierra y anillo en la mano al borde del Gran Cañón. Como decía ella —que se dedica a gestionar un grupo de derechos civiles— en una entrevista con W Magazine, “muy instagrameable”. La casa de la pareja está llena de obras de arte y curiosidades, según la describe The New York Times. En 2016, anunciaron que dedicarían 750.000 dólares a proyectos de la plataforma Open Philantropy.

Desde el anuncio de su partida, Krieger no ha vuelto a publicar una foto. Systrom publicó el jueves un pequeño vídeo de un atardecer en San Francisco. ¿Quién no ha puesto un atardecer en Instagram? Ahora sí son, como ellos dicen, dos usuarios más entre mil millones.

LA HISTORIA DE INSTAGRAM

16 de julio de 2010. Kevin Systrom cuelga la primera foto en Instagram. Es una aplicación de compartir fotos que se basa en otra anterior, Burbn. La ha desarrollado con Mike Krieger, un amigo brasileño al que conoció en la Universidad de Stanford.

6 de octubre de 2010. La aplicación comienza a funcionar en iPhone. Las descargas se cuentan por decenas de miles al día. En diciembre tiene 10 millones de usuarios.

9 de abril de 2012. Facebook compra Instagram por alrededor de mil millones de dólares. En año y medio funcionando, ha ganado 30 millones de usuarios. Es la adquisición más cara hasta la fecha. Kevin Systrom y Mike Krieger se mantienen como líderes de la empresa y en teoría tienen completa libertad.

2012-2018. Instagram crece hasta los mil millones de usuarios, cifra que alcanza en junio de 2018. En este tiempo ha incorporado vídeos, los stories y retransmisiones en directo. La plantilla ha crecido de 13 personas a más de mil.

24 de septiembre de 2018. Kevin Systrom y Mike Krieger anuncian que se van de Instagram. Tienen 34 y 32 años, respectivamente. La industria no se cree la razón oficial de que quieren explorar nuevas aventuras. Fuentes internas aseguran que no soportaban las injerencias de Mark Zuckerberg.

 

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