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París, 23 mar (EFE).- Los principales líderes sindicales franceses cargaron este jueves contra la intención que perciben en el presidente, Emmanuel Macron, de desacreditar las protestas contra su reforma de las pensiones por los altercados que se han producido en algunas de ellas, que consideran marginales.

Personas asisten a una manifestación contra la reforma gubernamental del sistema de pensiones, en Marsella, Francia, este 23 de marzo. EFE/EPA/GUILLAUME HORCAJUELO

Los secretarios generales de las dos grandes centrales, la CDFT y la CGT, denunciaron en declaraciones al comienzo de la manifestación en París las comparaciones que hizo Macron el miércoles entre los actos de violencia en los últimos días en Francia con los asaltos de la extrema derecha en Brasil y en Estados unidos.

“Es una provocación”, subrayó el líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martínez, que se esforzó en minimizar la posibilidad de que los sindicatos se vean desbordados por grupos extremistas y manifestaciones espontáneas: “lo que no está organizado es muy marginal”.

El máximo responsable de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, también se quejó de esas comparaciones por parte del jefe del Estado, después de repetir que él y su sindicato siempre condenan toda acción violenta contra los bienes y las personas.

Berger y Martínez aseguraron que en esta novena jornada de movilización nacional contra la reforma de las pensiones, la primera desde su adopción este lunes, el número de manifestantes está al nivel de las más concurridas desde el comienzo del movimiento hace ya más de dos meses.

El líder de la CGT señaló que, en contra de la apuesta del Gobierno, el movimiento no está perdiendo fuelle sino que la de hoy es “una de las mayores movilizaciones”.

Lo cierto es que, como ya habían anticipado los servicios de información de la Policía, las manifestaciones que se celebraron esta mañana degeneraron en altercados en algunas ciudades, en particular en Rennes, donde las fuerzas del orden utilizaron cañones de agua a presión y gases lacrimógenos para dispersar a algunos manifestantes que se enfrentaron a la policía.

En esa misma región de Bretaña se produjeron incidentes en Lorient y el ministro del Interior, Gérald Darmanin, en su cuenta de Twitter descalificó los “ataques y degradaciones inaceptables” de la subprefectura (delegación del Gobierno) y de una comisaría, donde varios agentes resultaron heridos. Darmanin afirmó que “esos actos no pueden quedar impunes”.

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