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París, 19 abr (EFE).- El presidente francés, Emmanuel Macron, fue abucheado este miércoles por un centenar de personas durante un desplazamiento por Alsacia, la primera de sus salidas de París dentro de su intento de reconectar con los ciudadanos tras la crisis de la reforma de las pensiones.

Una unidad de gendarmería desplazó a los manifestantes, dado que la concentración no había sido autorizada. “Les pedimos que reculen. Último aviso: vamos a usar la fuerza”, avisaron los gendarmes, según medios locales.

La concentración se movió unos doscientos metros, lo que no libró al presidente de los abucheos y del ruido de silbatos y cazuelas. “Queríamos verle, pero como no quería escucharnos hemos hecho ruido”, señaló a un canal de televisión una de las manifestantes.

Macron visitaba una empresa de construcción en madera en la localidad de Muttersholtz, para conocer la actividad de la compañía, que realiza varios encargos para los Juegos Olímpicos de París 2024, y conversar con algunos de sus empleados.

Además, el presidente tiene previsto desplazarse mañana jueves al desplazamiento de Hérault (sureste), una visita centrada en cuestiones educativas.

La reindustrialización, la educación y la sanidad figuran entre los principales objetivos de una serie de reformas que busca emprender Macron con su Gobierno dentro de un nuevo “pacto social” para calmar las aguas tras las continuas protestas por la reforma de las pensiones, según dijo en su discurso televisado de la noche del lunes.

“Están ustedes en el centro de una de las grandes ambiciones del país (…) la reindustrialización verde”, destacó hoy en una intervención ante los trabajadores de la empresa Mathis.

A preguntas de algunos periodistas, Macron aseguró que la forma en que se aprobó la reforma de las pensiones (sin voto directo de la Asamblea Nacional) fue “legítima” y no atenta contra la democracia, e insistió en lo que considera futilidad de las protestas. “No serán las caceroladas lo que nos harán avanzar”, afirmó.

El portavoz del Gobierno, Olivier Véran, dijo sobre las protestas que recibieron al presidente que es “indispensable” que los miembros del Ejecutivo puedan desplazarse por el país y hablar con los ciudadanos sobre “las reformas que se han hecho y las que llegarán”.

Véran, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, recordó que Macron marcó un plazo de 100 días para lograr calmar al país mientras se ponían en marcha nuevas reformas tangibles, y que en ese plazo deben “acelerar todos los proyectos prioritarios para el país”.

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