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París, 30 mar (EFE).- El presidente francés, Emmanuel Macron, presentó este jueves un programa de 50 medidas para luchar contra la sequía, en su primera salida del Elíseo desde la aprobación de la reforma de las pensiones que ha generado una crisis política en el país y que también estuvo presente en este viaje presidencial.

EFE/EPA/SEBASTIEN NOGIER / POOL

Macron se trasladó a la localidad alpina de Savines le Lac, donde visitó un pantano que refleja los efectos de la sequía antes de pronunciar un discurso donde mostró las soluciones planteadas por el Ejecutivo para afrontar esa situación.

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Pero en su primera salida de París en dos meses, el presidente tuvo que escuchar las protestas contra el retraso de dos años de la edad mínima de jubilación, hasta los 64, que llevaron hasta allí un grupo de dos centenares de sindicalistas.

“Hay 200 manifestantes, pero eso no quiere decir que la República tenga que detenerse”, aseguró Macron a un grupo de periodistas, al tiempo que señaló que la reforma de las pensiones no debe paralizar el resto de los retos que afronta un país.

La tensión fue patente durante la visita, con alguna carga policial para despejar la ruta por la que debía transitar el cortejo presidencial y la detención de dos manifestantes.

Pero Macron fue tajante al asegurar que la vida política tiene que continuar y que los opositores a su reforma tienen canales democráticos para derogarla, los mismos, dijo, que él ha utilizado para que supere los trámites parlamentarios.

Frente a ellos, condenó los actos violentos que han empañado las manifestaciones y acusó a algunos responsables políticos de legitimarlos, al tiempo que pidió distinguir a los radicales del resto.

Puso como ejemplo las protestas del pasado sábado en la localidad Sainte Soline, en el este del país, contra un embalse artificial para el riego agrícola que desembocó en batalla campal con las fuerzas del orden.

“Había miles de personas que venían a manifestarse y otros miles que simplemente querían dar guerra”, dijo el presidente, que calificó de “inaceptable” el ataque a las fuerzas del orden.

LA REFORMA DE LAS PENSIONES SEGUIRÁ ADELANTE

Macron aseguró que la reforma de las pensiones, pendiente ya solo de la decisión del Consejo Constitucional, prevista para el 14 de abril, seguirá adelante y recordó que su primera ministra, Élisabeth Borne, recibirá la próxima semana a los sindicatos, que exigen su retirada.

El Gobierno quiere poner sobre la mesa medidas complementarias para pasar página de esa reforma, mientras los sindicatos cuentan con proseguir las huelgas y manifestaciones, la próxima prevista para el jueves 6 de abril.

Entre los asuntos que Macron quiere atacar para superar la crisis política figura la lucha contra la sequía, que batió récords el verano pasado y va camino de igualarlos en el actual, tras un invierno particularmente seco.

Frente a ello, el presidente anunció un plan para ahorrar el 10 % del agua hasta 2030, que afecta a todos los sectores, desde la agricultura, que consume el 58 %, hasta el agua potable (28 %) pasando por las centrales nucleares (12 %) o la industria (4 %).

Macron anunció 500 millones de euros suplementarios a las agencias de agua para diversos planes de ahorro, como la reparación de fugas en las redes de suministro, por las que, dijo, se pierde uno de cada cinco litros, la reutilización de aguas, que solo afecta ahora al 1 % y que pretende elevar al 10 % o la instalación de contadores inteligentes.

El presidente también anunció la generalización de una tarificación “progresiva y responsable”, que penalice a los mayores consumidores “para incitarles al ahorro”.

En cuanto a la agricultura, aseguró que es preciso “adaptarse al clima de mañana”, lo que pasa por “cambiar cultivos en algunos territorios” y ampliar el regadío en otros con una máxima: regar más pero con la misma cantidad de agua.

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