Publicidad

París, 05 may (EFE).- El presidente francés, Emmanuel Macron, irá el próximo lunes a Berlín, en la que será su primera visita al extranjero tras ser investido para un segundo mandato, para mantener un encuentro con el canciller alemán, Olaf Scholz, con el que busca reafirmar el papel del eje francoalemán en la construcción europea.

El Elíseo anunció este jueves el viaje a la capital con una nota en la que precisó que los dos mandatarios abordarán las cuestiones vinculadas a la guerra de Ucrania y a los “retos de soberanía europea”.

Hablarán en particular -precisó la presidencia francesa- de defensa y energía, “en continuidad con los compromisos” de la cumbre europea de Versalles a mediados de marzo que ya estuvo centrada en la guerra en Ucrania y sus consecuencias.

Esos mismos temas son los que estarán encima de la mesa de los Veintisiete en el Consejo Europeo extraordinario que se va a celebrar los próximos 30 y 31 de mayo.

Macron y Scholz también examinarán el lunes las grandes cuestiones internacionales que figuran en la agenda de la cumbre del G7 que se celebrará en junio, bajo presidencia alemana.

Igualmente discutirán de la situación en el Sahel y en los Balcanes occidentales, así como de la relación entre la Unión Europea y China.

El encuentro de Macron y Scholz, a partir de las 18.00 locales (16.00 GMT), comenzará con una comparecencia conjunta de ambos ante la prensa, a la que seguirá una entrevista cara a cara y luego una cena de trabajo.

El desplazamiento a Berlín es un clásico al comienzo de un nuevo mandato de los presidentes franceses.

Macron fue reelegido el pasado 24 de abril al vencer a la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, y su investidura está programada para el sábado por la mañana.

Durante la campaña para su reelección, Macron se erigió una vez más como gran defensor de la construcción europea, frente a las posiciones abiertamente contrarias de Marine Le Pen, pero también del líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon.

No obstante, ha mostrado su intención de llevar a cabo algunos cambios, como un reforzamiento de los controles de entrada al espacio Schengen que pondría más presión en países como España e Italia.

Publicidad