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Roma, 12 jul (EFE).- El primer ministro italiano, Mario Draghi, busca soluciones para evitar que las tensiones existentes con uno de los principales socios de la coalición gubernamental, el Movimiento 5 Estrellas (M5S), provoquen una crisis en su Ejecutivo al no votar un controvertido decreto con ayudas económicas que comienza a examinarse hoy en el Senado.

Imagen de archivo del primer ministro italiano, Mario Draghi. EFE/EPA/ANGELO CARCONI

Aunque sobre el papel Draghi dispone de los apoyos parlamentarios suficientes para sacar adelante el decreto, incluso si los senadores del M5S finalmente no votaran, la posición del partido “anticasta” coloca en una complicada tesitura al presidente del Gobierno, que este lunes acudió ante el jefe del Estado, Sergio Mattarella.

El vehículo del primer ministro italiano, Mario Draghi, en su desplazamiento al palacio del Quirinal, donde el presidente de la República,Sergio Mattarella, no aceptó su dimisión. EFE/EPA/RICCARDO ANTIMIANI

Las últimas discrepancias entre el líder del M5S, el ex primer ministro Giuseppe Conte, y Draghi comenzaron con la oposición de la formación al envío de armas a Ucrania y ahora se centran en el decreto con ayudas económicas para familias y empresas contra la inflación por valor de 26.000 millones de euros, que el partido ve mejorable.

Draghi, que en su última reunión con Conte recibió varias peticiones básicamente de carácter económico para seguir dentro de la coalición, se reúne hoy con los sindicatos para debatir aspectos sobre cómo reducir la inflación y mejorar las condiciones laborales, entre otros, según los medios locales.

El primer ministro espera que este encuentro, en el que el Gobierno puede proponer el establecimiento de un salario mínimo, que no existe en Italia, y una rápida reducción de la presión fiscal, ayude a mitigar las diferencias con el M5S y evite la crisis gubernamental, según algunos analistas.

Otros, sin embargo, creen que el M5S, al que la reciente escisión liderada por el ministro de Exteriores, Luigi di Maio, le ha “robado” 60 parlamentarios, tiene ya decidida su estrategia y que se abstendrá de votar el decreto para salir de la coalición y convertirse en oposición ante los comicios generales previstos para la próxima primavera y que una crisis de Gobierno podrían incluso adelantar.

Draghi preside desde febrero de 2021 una heterogénea alianza gubernamental “de unidad nacional”, surgida precisamente de la última crisis de Gobierno, en la que están todos los partidos del Hemiciclo excepto los ultras Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni.

En cualquier caso habrá que esperar al jueves, cuando se prevé que se lleve a cabo la votación en el Senado, para ver finalmente la posición de Conte y su partido y la respuesta de Draghi, que este lunes le explicó la situación a Mattarella durante una hora.

La reunión tuvo lugar después de que los aliados de Draghi de la derecha, Silvio Berlusconi y Matteo Salvini, le emplazaran a “verificar” con qué números cuenta en el Parlamento y en ella el jefe del Estado, árbitro de la política italiana, escuchó sin comentar los posibles escenarios a tenor de la espantada del M5S, según los medios.

Aunque los detalles de la conversación no han trascendido, fuentes parlamentarias dicen que la intención de Draghi por ahora es recuperar al M5S y que sólo él podrá decidir si una abstención del partido en la votación en el Senado debe considerarse tan grave como para romper o no la coalición.

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