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Ciudad de Panamá, 11 abr (EFE).- El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, insistió este martes en que los migrantes que traten de llegar a territorio estadounidense deben hacerlo por las “vías legales” que está implementando EE.UU. o, de lo contrario, serán “devueltos” al otro lado de la frontera.

El secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, habla con EFE durante una entrevista este 11 de abril de 2023, en Ciudad de Panamá (Panamá). EFE/ Bienvenido Velasco

Mayorkas, que mantuvo este martes en la capital panameña un encuentro con los cancilleres de Colombia y Panamá para tratar la crisis migratoria a través de la peligrosa selva del Darién, frontera natural entre los dos países latinoamericanos, aseguró en una entrevista con EFE que no hay alternativa a la vía legal.

El secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, habla con EFE durante una entrevista este 11 de abril de 2023, en Ciudad de Panamá (Panamá). EFE/ Bienvenido Velasco

“Hay un mensaje muy importante que enviar además del hecho de que estamos construyendo vías legales para que las personas no tengan que arriesgar sus vidas en el Darién y es que estamos haciendo cumplir nuestras leyes en la frontera”, remarcó el secretario.

“Es tan trágico ver a las personas arriesgar sus vidas, emprender el peligroso viaje, sufrir el trauma, poner los ahorros de toda una vida en manos de traficantes que solo buscan su propio beneficio, solo para ser devueltos”, afirmó Mayorkas, de origen cubano.

La selva del Darién es uno de los pasos fronterizos más peligrosos para la migración irregular, donde a la dureza del trayecto al tener que cruzar ríos crecidos, se suman los ataques de hombres armados, que roban y violan, además de la falta de agua potable al estar contaminada por excrementos y cadáveres.

La mayoría de los migrantes, al salir de la selva exhaustos, sin aliento, repiten una palabra: “arrepentido” de haber tomado esa ruta, llamando a sus compatriotas a elegir otra opción, en vano.

Solo este año se espera que crucen la selva unos 400.000 migrantes, casi el doble de los más de 248.000 que lo hicieron en 2022. Solo en los 3 primeros meses de 2023, cruzaron el Darién unos 87.390 migrantes, 7 veces más que en el mismo periodo de 2022.

“Y esos son los individuos, los seres humanos que sobrevivieron para contar el trauma del viaje. También pensamos en las personas que no lo lograron. Es exactamente por eso que estamos generando vías legales para que puedan venir a los Estados Unidos de una manera segura y ordenada en busca de una vida mejor”, explicó.

Mayorkas destacó como “el ejemplo más poderoso del éxito” de esta vía legal la creación de un programa de permisos humanitarios para nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, una medida que según reveló recientemente conllevó una reducción del 95 % de arrestos de individuos de estos países en la frontera.

“Ya hemos recibido a miles y miles de personas de esta manera”, aseguró. Un programa que puede alcanzar los 30.000 permisos humanitarios al mes, “360.000 personas al año”.

EXPANSIÓN DE LAS VÍAS LEGALES

El funcionario estadounidense advirtió además que están “expandiendo” las vías legales, tanto a través de su programa de refugiados como el de los permisos humanitarios a nacionales de esos cuatro países afectados por la inestabilidad económica o política.

“Estaremos revelando en las próximas semanas las vías adicionales que la gente debe tomar” para poder viajar a los Estados Unidos de forma legal, anunció Mayorkas.

El secretario de Seguridad Nacional recordó también que los migrantes tienen a su disposición otras maneras de viajar de forma legal a territorio estadounidense, como los visados para trabajadores de temporada, o para trabajadores agrícolas o no agrícolas por períodos limitados para “ganar dinero de forma lícita y enviar remesas”.

Además el mes que viene el Gobierno del presidente Joe Biden levantará el polémico Título 42, una medida sanitaria impuesta por el Gobierno del exmandatario Donald Trump (2017-2021) que permite las expulsiones en caliente de migrantes en la frontera.

“Nos preocupa que pueda haber un aumento en el nivel de migración” por el levantamiento de esa medida, reconoció Mayorkas, pero sus asesores recordaron que seguirá plenamente vigente la base de la ley migratoria del país, que está contemplada en el Título 8.

Durante su encuentro con EFE, Mayorkas estuvo acompañado por Samantha Power, administradora de la agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) y antigua embajadora de EE.UU. ante la ONU, que destacó el importante papel que juegan países que en un principio iban a ser solo de tránsito para los migrantes.

En Colombia, subrayó, están asentados “más de dos millones de venezolanos” y supone “una decisión muy importante y muy loable” el que las autoridades colombianas les hayan ofrecido “un estatus de protección temporal”.

“Cuando eso sucedió, USAID se apresuró a apoyar al Gobierno colombiano para establecer ese sistema, el registro, el mecanismo, pero también para apoyar a los venezolanos que entraban para asegurarse de que no sobrecargaban a las comunidades” de acogida, señaló Power, que remarcó que están dedicando “más de 200 millones de dólares al año” a ese cometido y buscan incrementar 34 millones.

La funcionaria estadounidense insistió en que es “responsabilidad” de Estados Unidos el acudir en apoyo de esos países al sur del Darién, como Colombia, pero también Ecuador o Perú, “que están haciendo todo lo posible para absorber a estas poblaciones” de migrantes.

EXPERIENCIA DE REFUGIADO

Para Mayorkas, la necesidad de tener que abandonar su país por motivos políticos o económicos no es algo ajeno. Natural de Cuba, llegó con sus padres y hermana a Estados Unidos como “refugiados políticos” cuando era un niño. “Era la segunda vez, por cierto, que mi madre era refugiada”, tras haber huido de los nazis en Europa.

“Entiendo muy bien la fragilidad de la vida, la vulnerabilidad de la gente, la importancia de la ayuda humanitaria, y al servicio de esa fragilidad, al servicio de esa vulnerabilidad, generamos vías legales e instamos a la gente a no correr un riesgo tan costoso. Pero también es muy importante recordar que no estamos solos en esto. Que el desafío migratorio que vive nuestra región es un desafío al que debemos responder todos juntos”, sentenció.

Moncho Torres

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