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Tucson (EE.UU.), 9 may (EFE).- Mexicanos residentes en Estados Unidos dicen sentirse relegados de los programas humanitarios de reunificación familiar y asilo pese a la violencia que enfrentan por el narcotráfico en su país y el apoyo de México a las políticas migratorias del presidente estadounidense, Joe Biden.

“Lamentablemente estamos siendo ignorados por el presidente Biden. No hemos tenido una reforma migratoria, ni nos permiten traer a nuestra familia de manera legal”, dijo a EFE Margarita Ramírez, una mexicana con 15 años en Estados Unidos.

Se queja de que los mexicanos no pueden traer a sus familiares por medio del programa de reunificación familiar que beneficia a ciudadanos de Guatemala, El Salvador, Honduras y Colombia, entre otros países.

La inmigrante teme por la vida de sus dos hijos en México porque la violencia está cada vez más “desatada” en su país.

“Aunque ya soy ciudadana (estadounidense), la solicitud tarda más de 20 años para traerlos porque ya son mayores de edad, y aunque uno de ellos ha sido amenazado por el narco, es prácticamente imposible solicitar asilo”, dijo Ramírez.

Los mexicanos tampoco fueron incluidos entre los países que pueden acogerse a un alivio humanitario temporal que beneficia a cubanos, venezolanos, nicaragüenses y haitianos, y son pocas las posibilidades de que logren el asilo.

Según Alexander Aviña, profesor de la Escuela de Estudios Transfronterizos de la Universidad Estatal de Arizona, solo entre 3 % y 5 % de los casos de asilo presentados por mexicanos son aprobados.

“En Estados Unidos la migración mexicana irregular siempre se ha visto asociada con necesidades económicas y no se ha tomado en consideración que desde 2012 hemos comenzado a ver cada vez más casos de mexicanos que emigran tratando de escapar de la violencia del narcotráfico”, dijo Aviña a EFE.

Sin embargo, indicó que esto no ha sido “suficiente” para convencer a muchos jueces de inmigración, pese a que incluso hay varios proyectos de ley presentados por republicanos que buscan declarar a los carteles mexicanos como grupos terroristas.

El experto subrayó que la situación no mejora para los mexicanos pese a que México es considerado un “amigo” de la política migratoria de la Administración Biden.

Con el fin el próximo jueves de la expulsión expedita de migrantes en la frontera bajo la norma sanitaria conocida como Título 42, México aceptó recibir por razones humanitarias migrantes de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua expulsados por Estados Unidos. Para Aviña, este tipo de acuerdos entre México y EE.UU. “minimiza” las oportunidades de que los mexicanos reciban asilo.

ABANDONADOS Y ENOJADOS

Inmigrantes mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos se sienten frustrados de que México además no sea considerado para el establecimiento de un centro de procesamiento de solicitudes de asilo político, como ocurrirá en Colombia y Guatemala.

Los latinos de origen mexicano, que componen el grueso de los hispanos en Estados Unidos con más de 37 millones (60 % del total), según el Censo, se sientes olvidados.

“Nos tienen abandonados. Entre nuestra comunidad hay muchos mexicanos que tienen hasta veinte años viviendo en Estados Unidos y no han podido agarrar papeles (ser regularizados)”, dijo a EFE Alonso Vázquez, del Centro de Jornales, en Tucson (Arizona).

“Estamos muy enojados. Estamos viendo cada vez más venezolanos, guatemaltecos, colombianos llegando con asilo y ahora hasta les están dando la oportunidad de traer a su familia, a sus hijos, mientras que nosotros los mexicanos solo estamos aquí aguantando y trabajando”, agregó.

Los mexicanos además lideran las listas de arrestos en la frontera. Entre octubre y marzo pasado más de 1,2 millones de migrantes han sido arrestados en la frontera de EE.UU. con México, 382.000 de ellos mexicanos, según cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

En el año fiscal 2022, más de 808.000 mexicanos fueron arrestados a lo largo de la frontera, una de las cifras más altas de los últimos tres años.

El inmigrante mexicano Francisco Ruiz, quien tiene siete años viviendo de manera irregular en el país, considera que quizá el Gobierno estadounidense los está “castigando” por el incremento en el tráfico de fentanilo proveniente de México, pero señala que el narcotráfico y la migración son dos asuntos diferentes.

Vicky Gaubeca, directora de la Coalición de Comunidades de la Frontera Sur, lamenta que los mexicanos estén hasta el momento por fuera de cualquier programa de reunificación familiar o que no se establezca un centro para solicitar asilo en territorio mexicano.

“Creo que si Estados Unidos acepta dar asilo a los mexicanos, es como aceptar que sus mismas políticas han causado esta necesidad”, dijo la activista a EFE.

Cerca de ocho millones de inmigrantes mexicanos viven de manera irregular en Estados Unidos, según el Centro de Estudios de Inmigración de Nueva York (CMS).

María León

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