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Bogotá, 16 mar (EFE).- El colapso de bancos en Estados Unidos tendrá un efecto limitado en los sistemas bancarios de América Latina, que tienen poca exposición a las instituciones afectadas, una regulación estricta y amplia liquidez, señala un informe de la agencia de medición de riesgo Moody’s divulgado este jueves.

Según Moody’s, los bancos latinoamericanos “tienen una exposición directa limitada” al Silicon Valley Bank (SVB), que se declaró en quiebra, y al Silvergate Bank y el Signature Bank (SNY), que fueron cerrados, “así como a ‘fintechs’ y empresas de criptoactivos, tanto a través de depósitos como de préstamos”.

En sentido, el análisis señala que solo el brasileño Bradesco y el chileno Banco de Crédito e Inversiones (BCI) tienen filiales en Estados Unidos pero los riesgos en esos bancos “están relativamente contenidos” dado el tamaño de sus operaciones y el mercado al que apuntan.

El Bradesco BAC Florida Bank tiene su foco en la comunidad brasileña de Florida y en empresas brasileñas con negocios en la zona, mientras que el City National Bank (CNB), filial del BCI, tiene una operación mayor, orientada a pequeñas y medianas empresas y en personas de alto poder adquisitivo, según Moody’s.

“La mayoría de los sistemas bancarios de América Latina se concentra en bancos grandes, sólidos y altamente diversificados. En consecuencia, la concentración por segmento hacia una sola industria es relativamente limitada, lo que ayuda a proteger los sistemas bancarios en la región”, señala la directora gerente de Moody’s Investors Service, Marianna Waltz.

Según Waltz, además de “una estricta regulación de riesgo de mercado en América Latina, los bancos de la región han enfrentado con frecuencia períodos prolongados de altas tasas de interés e inflación, lo que ha ayudado a sus equipos de gestión a construir marcos sólidos para controlar los riesgos de mercado”.

Moody’s añade que los bancos latinoamericanos “mantienen altos volúmenes de activos líquidos que en su mayoría son compuestos por inversiones en títulos públicos nacionales” y la mayoría no están enfocados en una sola industria, como empresas de tecnología.

“Si bien las empresas de tecnología financiera se han expandido significativamente en la región durante los últimos ocho años, ningún banco en América Latina tiene una operación de nicho enfocada en atender principalmente al segmento ‘fintech'”, agrega.

El estudio señala también que los bancos latinoamericanos “tienen un acceso constante a depósitos como fuente de financiamiento, ya que dependen de los mercados institucionales locales, en lugar de los internacionales, lo que reduce su exposición a quedarse sin efectivo”.

Otros puntos a favor son que los mercados financieros locales no son tan sofisticados en cuanto a inversiones y que las altas tasas de interés de los países de la región “respaldan la estabilidad de los depósitos como fuente de financiamiento”, indica el análisis de la firma financiera.

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