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Sídney (Australia), 17 ene (EFE).- La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, indicó este martes que han podido establecer comunicación por teléfono satélite con Tonga, en el Pacífico Sur, tras la erupción el sábado de un volcán submarino que provocó un tsunami.

“Tenemos comunicación a través de teléfono satélite, así que estamos recibiendo información crítica que está ayudando con la planificación”, indicó en una rueda de prensa la mandataria, cuyo país ha enviado junto con Australia aviones de reconocimiento.

Ardern agregó que aún no han recibido información de heridos por la erupción y el tsunami, aunque todavía es pronto para tener una idea clara del impacto porque no se han restablecido todas las comunicaciones tras la erupción, que cortó el acceso a las líneas telefónicas y de internet.

Las nubes de ceniza creadas por la erupción del volcán Hunga Tonga Hunga Ha’apai pueden dificultar las tareas de reconocimiento, mientras que la Marina neozelandesa se prepara para enviar ayuda, principalmente agua potable.

La Cruz Roja australiana indicó en Twitter que está trabajando con la Cruz Roja tongana para poder apoyar en las tareas de evacuación, el suministro de ayuda y agua potable a los afectados.

Las autoridades de Tonga, en donde ya se restableció el servicio de electricidad pero sigue incomunicada en varias partes del territorio, también han enviado buques de la Armada a las zonas más remotas de este archipiélago de 169 islas para evaluar los daños dejados por la erupción del volcán y el tsunami.

“En las próximas horas y días tendremos un panorama más claro de la situación en Tonga, así como del resto de territorio del Pacífico Azul”, dijo este lunes en un comunicado el presidente del Foro del Pacífico, Henry Puna.

La atronadora erupción del Hunga Tonga Hunga Ha’apai, un volcán submarino con un amplio historial de actividad y ubicado entre dos islotes -que a veces quedan unidos por la ceniza acumulada entre ambos-, pudo escucharse a cientos de kilómetros de distancia.

Otras naciones vecinas del Pacífico como Fiyi, Vanuatu y Samoa también registraron el embate de olas de hasta dos metros de altura y, tras cancelar la alerta, todavía mantienen un aviso en caso de emergencia sobre las áreas costeras.

A diferencia de los tsunamis provocados por terremotos, donde las placas tectónicas descargan su fuerza y es improbable que se repita un segundo tsunami, el volcán podría volver a registrar una violenta erupción que crearía otra importante marejada.

La explosión y el consiguiente tsunami produjo fuertes oleajes e inundaciones en puntos tan distantes como Perú, en donde dos mujeres murieron por el fuerte oleaje. EFE

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