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El ruso Khabib Nurmagomedov venció este sábado en el cuarto asalto por sumisión al irlandés Conor McGregor y conservó su título de los pesos ligeros de la UFC en una pelea en el T-Mobile Arena de Las Vegas en la que la policía tuvo que intervenir al final debido a altercados entre los combatientes y el público.

Nurmagomedov, de 30 años, mantuvo su invicto (27-0-0, 11 de ellas en la UFC) luego de mostrarse muy superior a McGregor desde el principio, presionándolo en todo momento, superándolo desde el suelo y acabando con él en el cuarto round con un mataleón, una sumisión común en las artes marciales mixtas (MMA).

Tras la rendición de McGregor, Nurmagomedov se lanzó al rincón de su oponente, aparentemente para pegar al entrenador de su rival, Dillon Danis, lo que dio paso a una pelea multitudinaria en la que incluso un miembro del público subió al cuadrilátero a golpear al irlandés mientras éste se recuperaba, obligando a la policía a actuar.

McGregor abandonó el ring abucheado, su rival fue despedido con lanzamiento de objetos por parte de los aficionados y el jefe de la UFC, Dana White, se negó a entregarle el cinturón a Khabib por miedo a provocar más altercados en medio de una trifulca generalizada.

“Si te pongo este cinturón, todo el mundo va a empezar a lanzar mierda al octágono”, le dijo a Nurmagomedov.

El presentador declaró ganador al ruso después de que los peleadores hubieran abandonado minutos antes el ring y la policía tuvo que escoltarlos a ambos fuera de la arena.

Muy superior

En el evento general de la UFC 229, nadie se quiso perder una de las peleas del año. Así, actores de la talla de Matt Damon, Mel Gibson o Chris Pratt se dieron cita en Las Vegas para vivir el regreso de McGregor al octágono, luego de pasarse temporalmente al boxeo para enfrentarse con derrota al estadounidense Floyd Mayweather y de protagonizar varias polémicas extradeportivas.

Enfrente, Nurmagomedov se lo había tomado como algo personal. El nuevo rey de los ligeros llegaba al combate con ganas de demostrar que era el mejor de la actualidad y así lo hizo desde el comienzo, moviéndose por toda la escena, eludiendo los poderosos ataques de su contrincante y marcando el ritmo de la pelea.

Así, se adjudicó los tres primeros asaltos. McGregor no lograba encontrar la distancia, sus golpes no impactaban en el ruso y éste dominó a placer antes de llevarse definitivamente la victoria por sumisión en el cuarto.

 

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