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Washington DC, 27 Abril.- Un movimiento de protesta en apoyo a Palestina se ha extendido como la pólvora por las universidades de Estados Unidos, con manifestaciones en más de 60 campus y cientos de estudiantes detenidos. Esta ola de activismo ejerce una creciente presión sobre el presidente Joe Biden para que reconsidere su apoyo a Israel en medio del conflicto en Gaza.

Las protestas se intensificaron luego de que la policía intentara desmantelar una acampada pro-Palestina en la Universidad de Columbia en Nueva York la semana pasada. Desde entonces, las manifestaciones se han propagado a numerosos campus universitarios, con cerca de 500 estudiantes detenidos en los últimos días.

Los arrestos más recientes tuvieron lugar en la Universidad Estatal de Ohio y la Universidad Estatal de Arizona. Sin embargo, en la Universidad de Texas, en Austin, la Fiscalía desestimó los cargos contra 57 estudiantes que habían sido detenidos por ingresar ilegalmente al campus durante una protesta.

Las universidades han respondido a las protestas con medidas coercitivas, incluyendo suspensiones temporales de organizaciones estudiantiles pro-Palestina y la prohibición de acceso al campus para los estudiantes detenidos. La Universidad George Washington y la Universidad de Florida incluso han amenazado con expulsiones de hasta tres años para aquellos que participen en manifestaciones.

A pesar de los intentos de represión, las protestas continúan expandiéndose por todo el país. En la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, más de 75 estudiantes establecieron un campamento con una pancarta que cuestiona la inacción frente al “genocidio”. Además, las legisladoras Alexandria Ocasio-Cortez y Jamaal Bowman, figuras prominentes del ala progresista del Partido Demócrata, visitaron la Universidad de Columbia para expresar su solidaridad con los estudiantes manifestantes.

La creciente ola de protestas refleja el malestar y la indignación de un sector importante de la sociedad estadounidense ante la situación en Gaza y el apoyo incondicional de Estados Unidos a Israel. El movimiento estudiantil está desafiando la política exterior estadounidense y exigiendo un cambio de rumbo en la región. Resta por ver si la presión ejercida por estas protestas tendrá un impacto real en la postura del gobierno de Biden frente al conflicto.

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