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Asunción, 15 abr (EFE).- Los paraguayos volverán el próximo día 30 a las urnas para unas elecciones generales en las que se pronostica que volverá a quedar aplazada la tan esperada paridad de género.

Las mujeres representan en estos comicios el 32,95 % (2.997) de los 9.095 candidatos que pugnan por 768 cargos, entre ellos presidente, vicepresidente, diputados, senadores, gobernadores y miembros de juntas departamentales.

Las cifras evidencian que son más las opciones de que sean hombres (que suman 6.098 aspirantes) y no mujeres las que ocupen la mayoría de los puestos en liza.

La situación es de larga data en Paraguay, que fue el último país en Sudamérica en reconocer, en 1961, el derecho al sufragio femenino.

¿QUÉ DICE LA LEY?

La Ley Nº 834 del Código Electoral sancionada en 1996 establece una cuota mínima del 20 % de participación femenina en las votaciones internas de los partidos, que son un paso imprescindible para aspirar a cargos de elección popular en el país.

Por su parte, el oficialista Partido Colorado -o Asociación Nacional Republicana (ANR) elevó al 33 % esa cuota, mientras los opositores Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y Frente Guasú (progresista) acordaron la paridad (50 %) en sus internas.

Este porcentaje no aplica “en el resultado de las mismas”, advierte, sin embargo, el Centro para los Derechos Humanos de Paraguay (Codehupy).

Según Codehupy, “en más de veinte años de aplicación (de esta cuota) en diferentes procesos electorales no se alcanzó siquiera el mínimo establecido del 20 %”.

“Ya empezamos luego en desventaja, esa es la realidad”, explica a EFE la directora de Políticas de Género del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), Cynthia Figueredo, en referencia al porcentaje de representación femenina.

LA REALIDAD

Los resultados de las votaciones son una prueba irrefutable de la brecha de género.

El jefe de la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA) en las elecciones municipales de 2021, Juan Pablo Corlazzoli, indicó en septiembre pasado que el porcentaje de mujeres en el Parlamento paraguayo es del 16,3 %, por debajo del promedio de Latinoamérica, que es del 32,9 %.

Al respecto, Figueredo recierda que en las elecciones generales de 2018 bajó la representación femenina en el Senado, que pasó de 20 % en 2013 al 18 % ese año. Un 15 % de los escaños en la Cámara Alta fue ocupado por mujeres en 2008.

En la Cámara de Diputados, la cuota femenina alcanzó el 12,5 % en 2008 y subió al 15 % en 2013 y 2018, respectivamente.

La funcionaria refiere que en 2018, a diferencia de los tres periodos previos, no resultó elegida ninguna mujer en las 17 gobernaciones del país.

Paraguay tampoco ha elegido jamas una presidenta o una vicepresidenta. En mayo de 2018, Alicia Pucheta de Correa fue nombrada vicepresidenta por el entonces gobernante, Horacio Cartes, tras la renuncia de su segundo al mando.

¿RETROCESO A LA VISTA?

Con vista a los comicios del día 30, la implementación de las reformas previstas en la Ley 6318 de 2019 ha generado inquietud sobre su efecto en la representación femenina.

Estas serán las primeras elecciones generales en las que haya máquinas de voto electrónico, un sistema que se estrenó de forma experimental en 2020, para las elecciones al Consejo de la Magistratura.

La norma estableció, además, las listas cerradas, desbloqueadas y su representación proporcional para cargos pluripersonales.

De esta forma, los electores podrán votar por sus candidatos preferidos dentro de las listas de cada partido, con lo cual los ganadores serán los que logren el mayor respaldo popular.

El denominado voto preferente ha levantado críticas de quienes temen que pueda perjudicar a los candidatos con menos recursos para financiar su campaña o con baja representación, como es el caso de las mujeres.

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