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Miami, 2 abr (EFE).- Unos pocos partidarios de Donald Trump mostraron durante este fin de semana su apoyo al expresidente estadounidense cerca de la mansión que el empresario tiene en Palm Beach, en la costa suroeste de Florida, ante los cargos penales de los que se le acusa, según medios locales.

La prensa de Florida recoge este domingo la presencia y el testimonio de algunos de partidarios de Trump a las puertas de Mar-a-Lago, donde hicieron ondear banderas en apoyo al político republicano, aunque precisan que el número se acercaría a unas pocas decenas de seguidores.

La cadena Local 10 señala que los simpatizantes de Trump eran aclamados con bocinazos por conductores que cruzaban el puente Southern Boulevard cercano a la residencia del magnate en Palm Beach.

Las muestras de apoyo de este fin de semana en Florida tendrán continuidad el próximo martes en Nueva York, donde la congresista republicana Marjorie Taylor Green participará en una protesta en solidaridad con Trump frente al tribunal en el que se espera que el expresidente comparezca ante un juez que leerá los cargos en su contra.

Según el canal CNN, el expresidente viajará el lunes de Florida a Nueva York para presentarse ante el juez en la tarde del martes.

“Estoy aquí para mostrar solidaridad y apoyo principalmente a nuestra nación”, dijo en Palm Beach John Skeadas, partidario de Trump, testimonio que reproduce Local 10.

“Creo que es ridículo”, señaló Skeadas, tras apuntar que la acusación contra Trump “no tiene base legal y solo ocurriría en Nueva York, la ciudad más corrupta del país”.

“Él no va a renunciar y nosotros tampoco”, dijo otra partidaria de Trump identificada como Rowena Frazel.

Aunque se temía que la imputación de Trump provocase la salida en masa de sus partidarios a las calles, hasta el momento las protestas de apoyo al exmandatario han sido muy escasas en Florida.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo que el estado no atenderá una petición para extraditar a Trump y consideró “antiestadounidense” la imputación.

Trump es el primer expresidente acusado de delitos penales en la historia del país.

Un gran jurado neoyorquino anunció el jueves pasado que deberá responder ante la justicia por el caso por los pagos ilegales presuntamente hechos a la actriz porno Stormy Daniels en 2016 para que no hablase de una relación que habrían mantenido unos diez años antes.

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