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Singapur, 2 ago (EFE).- La presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, visitó este martes el Parlamento de Kuala Lumpur, en medio de informaciones que apuntan a que esta tarde pondrá rumbo a Taiwán, pese a las advertencias de China de que no lo haga.

Pelosi entraba al Parlamento malasio enfundada en un traje rosa y flanqueada por un imponente equipo de seguridad al mediodía, hora local (4.00 GMT), en la que supone la segunda parada de su tour asiático, después de haber estado en Singapur la víspera.

La gira asiática de la demócrata, que oficialmente incluye, además de Singapur y Malasia, paradas en Corea del Sur y Japón, está eclipsada por la posibilidad de que se desplace a Taiwán, en el que supondría el primer viaje de un presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU. desde 1997.

Si bien ni la Casa Blanca ni la delegación de Pelosi, que viaja acompañada por un equipo de congresistas, lo han confirmado, medios taiwaneses informan hoy que se espera que la estadounidense aterrice en Taiwán, en el aeropuerto de Songshan, la noche del martes, sobre las 22.20 hora local (14.20 GMT).

Los diarios taiwaneses The United Daily News, Liberty Times y China Times citan fuentes anónimas para confirmar que pasará la noche del martes ya en Taiwán y permanecerá allí el miércoles.

Según la agencia malasia Bernama, Pelosi almorzará hoy en Kuala Lumpur con el primer ministro, Ismail Sabri Yaakob, tras haber aterrizado en Malasia el martes por la mañana desde Singapur, donde el lunes departió con su dirigente, Lee Hsien Loong, sobre Taiwán y la guerra de Ucrania, entre otros temas.

La posible visita a Taiwán de Pelosi -conocida por mantener una firme postura frente a los “abusos” que denuncia por parte de Pekín- ha elevado la tensión entre las dos primeras economías mundiales, en uno de sus peores momentos en décadas.

El representante chino en las Naciones Unidas, Zhang Jun, reiteró el lunes que el viaje “socavará, si se lleva a cabo, la relación entre China y Estados Unidos”.

Si se produce, “Estados Unidos debe asumir todas las consecuencias”, advirtió, pese a que los periodistas le recordaron que la agenda de Pelosi no la diseña el Departamento de Estado de EE.UU. y que los poderes ejecutivos y legislativos son independientes.

China “tomará medidas firmes y enérgicas (…) Haremos todo lo que esté en nuestra mano para defender nuestra soberanía (sobre Taiwán)”, que calificó de “línea roja” para el gobierno chino.

Por su parte, Taiwán, isla a la que en principio EE.UU. defendería en caso de ataque por parte de China, si bien Washington mantiene una postura ambigua al respecto, aumentó su nivel de alerta para el combate, informó hoy la agencia oficial de noticias de la isla, CNA.

China reclama la soberanía sobre la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.

Taiwán, con quien EE.UU. no mantiene relaciones oficiales, es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y EE.UU., debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de la isla y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con Pekín.

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