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El presidente mexicano Enrique Peña Nieto, en uno de los mensajes. PRESIDENCIA DE MÉXICO

El Gobierno de Enrique Peña Nieto deja una estela de violencia que ni él mismo puede negar. El presidente mexicano ha reconocido este miércoles que los índices de criminalidad en el país, al cierre de su Administración, son alarmantes. Lo ha hecho en un vídeo difundido en las redes sociales como parte de la campaña de promoción de su último informe de Gobierno. En México, 85 personas mueren asesinadas al día. La tasa de homicidios en el país norteamericano es una de las más altas de América Latina: 25 asesinatos por cada 100.000 habitantes, según los últimos datos del Instituto Nacional Estadística y Geografía (Inegi).

Los reflectores internacionales se posaron ese año en México tras la violenta, y a la vez misteriosa, desaparición de los alumnos de magisterio a manos de un grupo de criminales en complicidad con las autoridades locales. El caso se convirtió en un emblema de la cruda escalada de la violencia en México. Para Peña Nieto, las conclusiones de la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) —que señalan que los estudiantes fueron asesinados por los criminales, sus cuerpos incinerados y sus cenizas arrojadas a un río— son las más cercanas a lo que ocurrió la noche del 26 de septiembre de 2014 en el Estado de Guerrero. “Estoy en la convicción que lamentablemente pasó, justamente, lo que la investigación arrojó”, apunta el mandatario.

La despedida de Peña Nieto como presidente de México se prolongará por tres meses más. El nuevo presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, asumirá el cargo el próximo 1 de diciembre. La transición entre los dos políticos, de ideología opuesta, han dejado escenas inéditas en la historia política del país. Peña Nieto ha tomado un papel secundario a la espera de su relevo. Para la tediosa espera, el equipo del presidente ha aprovechado el último informe de Gobierno para difundir breves mensajes donde aborda los temas que ha evitado durante los casi seis años en los que ha estado al frente del Gobierno.

El miércoles, en otro vídeo, Peña Nieto habló sobre la visita de Donald Trump cuando era candidato a la presidencia de Estados Unidos. Entonces, fue duramente criticado por abrir las puertas de la casa presidencial al político estadounidense que se había referido a los mexicanos como “violadores y criminales”. Dos años después, el presidente mexicano ha descrito la cita como un “encuentro apresurado” que tuvo que organizar por las presiones que los mercados estaban poniendo en la economía mexicana ante la dura campaña de Trump. “Subestimé el gran resentimiento social que había para con el presidente Trump”, reconoce ahora.

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