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Lisboa, 30 nov (EFE).- Portugal reúne por primera vez sus obras de pintura española en una exposición en el Museo Nacional de Arte Antiguo (MNAA) de Lisboa, que ha puesto al descubierto joyas desconocidas como un cuadro de Francisco de Zurbarán que hasta ahora se atribuía a otro pintor.

‘Identidades compartidas’ se inaugura este jueves y abre sus puertas al público el viernes, tras un año de trabajo para reunir y restaurar 82 piezas de pintura española producidas entre los siglos XIV e inicios del XX que estaban en museos, iglesias, fundaciones y colecciones públicas de Portugal.

Hasta el momento, un apasionado de la pintura española en Portugal podía deleitarse con cuadros de Murillo y Zurbarán en un museo de Lisboa, apreciar una obra de El Greco en otro palacio de la capital o contemplar en Oporto un retrato pintado por Alonso Sánchez Coello.

Ahora estarán juntas por primera vez y expuestas al público en el Museo de Arte Antiguo.

Portugal, destino de un rico acervo

Portugal reúne por primera vez sus obras de pintura española en una exposición en el Museo Nacional de Arte Antiguo (MNAA) de Lisboa. EFE/ Paula Fernández

“Nunca se había estudiado la presencia de la pintura española en Portugal”, explicó a EFE uno de los comisarios de la exposición, el catedrático de Historia del Arte Benito Navarrete, de la Universidad Complutense de Madrid.

Hay piezas que proceden de los pintores que cruzaban la Raya para trabajar al otro lado, de encargos que hicieron iglesias portuguesas sobre todo durante las décadas en las que Portugal estuvo bajo reinado español (1580-1640) y de coleccionistas lusos.

Todas esas obras se han recopilado y recuperado para una exposición que, según Navarrete, deja patente que, después de Francia, el país luso tiene “probablemente” la colección de pintura española más rica.

“Es muy difícil mantener esta calidad sostenida que aquí presentamos”, insistió el comisario, que se mostró sorprendido con que nunca se hubiese hecho un estudio de la presencia de la pintura española en Portugal.

Este trabajo ha permitido redescubrir obras que eran desconocidas para estudiosos del arte español, como toda la pintura de Vasco Pereira, artista luso establecido en Sevilla, o las imágenes de dos cabezas cortadas de la autoría del sevillano Sebastián de Llanos y Valdés.

El tesoro oculto de Zurbarán

Pero la obra más singular de la exposición es el ‘San Sebastián’ que ya estaba desde hace un siglo en el museo lisboeta, procedente de un antiguo convento y que se había atribuido erróneamente a Clemente Sánchez por unos anagramas visibles en el lienzo, cuando realmente fue pintada por Zurbarán.

“Hace mucho tiempo que ya sabíamos que no podía ser de Clemente Sánchez, que es un pintor absolutamente mediocre, y estábamos siempre interrogando a otros compañeros”, señaló el director del Museo de Arte Antiguo, Joaquim Caetano, el otro comisario de la muestra.

Tras años de incógnita, con motivo de esta exposición se realizaron estudios radiográficos, técnicos y comparativos de macrofotografías que permitieron confirmar su verdadera autoría: “Es una de las obras maestras de Francisco de Zurbarán”, zanjó Navarrete.

Este San Sebastián, representado en el momento de su martirio, descansa en la muestra al lado de otra obra del mismo pintor, ‘San Pedro en Lágrimas’.

En la sala contigua se encuentra otra de las principales atracciones, tres pinturas de Vicente Carducho que están en la Iglesia de São Domingos de Benfica, poco visibles al público, y que se han sometido a un arduo trabajo de restauración.

Entre el resto de obras destacan también ‘La Santa Faz’ de El Greco, habitualmente expuesta en el Palacio Nacional de Ajuda de Lisboa, y el ‘Retrato del Príncipe Carlos de Austria’, de Alonso Sánchez Coello, propiedad del Ayuntamiento de Oporto, pero depositado en el Museo Nacional de Soares dos Reis.

Los visitantes también pueden ver los ‘Desposorios místicos de Santa Catarina’, de Bartolomé Esteban Murillo.

‘Identidades compartidas’, que cuenta con el mecenazgo de la Fundación ‘la Caixa’ e integra las actividades culturales de la Presidencia Española de la Unión Europea, estará abierta al público en la pinacoteca portuguesa hasta el 30 de marzo de 2024.

Paula Fernández

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