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La Paz, 28 mar (EFE).- El presidente de Bolivia, Luis Arce, festejó este jueves junto a algunas organizaciones sociales el 29 aniversario del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), en medio de pugnas internas y en ausencia del exmandatario y actual líder del partido Evo Morales, que hará su celebración paralelo el fin de semana.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, participa en una marcha de celebración por el 29 aniversario del MAS, este 28 de marzo de 2024 en La Paz. EFE/ Luis Gandarillas

Miles de campesinos, obreros, indígenas, mineros y funcionarios del Estado, entre otros sectores, se concentraron en la Plaza Mayor de San Francisco, una de las más emblemáticas en el centro histórico de La Paz, ondeando las banderas azules con blanco y negro características del MAS.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, participa en una marcha de celebración por el 29 aniversario del MAS, este 28 de marzo de 2024 en La Paz. EFE/ Luis Gandarillas

Arce lideró el acto junto al vicepresidente, David Choquehuanca, y varios dirigentes de organizaciones sociales afines a su Gobierno, incluidos los de la Central Obrera Boliviana (COB), la mayor entidad sindical del país, y de las confederaciones de campesinos, indígenas, comerciantes y transportistas.

También estuvo presente el dirigente campesino Román Loayza, uno de los líderes históricos y fundadores del partido gubernamental que hace unos años se distanció de Evo Morales.

El expresidente Morales (2006-2019) no participó en este mitin, ya que prevé celebrar el aniversario del partido este sábado junto a los sectores oficialistas que le son leales en la localidad de Yapacaní, en la región oriental de Santa Cruz.

El discurso de Arce fue precedido por representantes de las organizaciones sociales que manifestaron que esos sectores son los “verdaderos dueños del instrumento político” y también hicieron llamados a la unidad del partido.

A su turno, el gobernante resaltó que el “instrumento político nunca podrá girar hacia la derecha” y que “debe mantener los principios ideológicos” para preservar los recursos naturales y luchar por los más pobres, porque “eso es ser de izquierda”.

Según Arce, el MAS es un “sujeto histórico porque no es una persona, es un sujeto comunitario”.

“Nunca debemos traicionar al pueblo boliviano que ha puesto su esperanza, que ha confiado en este instrumento político para lograr todo lo que los bolivianos hemos soñado, una patria digna, industrializada, donde nadie se crea más que nadie, que haya lugar para todos”, sostuvo Arce.

El mandatario indicó que hay un par de desafíos importantes en el MAS como construir un “poder popular” en sitios como los barrios y las universidades, ya que el “verdadero poder” reside “en el pueblo”.

También indicó que hay que “profundizar” la formación de nuevos cuadros políticos ante una mayor presencia de jóvenes en las filas oficialistas.

Arce destacó que las organizaciones sociales “están cuidando” al partido y resaltó la importancia del congreso convocado por estas entidades para mayo próximo para elegir a una nueva directiva del MAS.

Luis Arce y Evo Morales están distanciados entre las tensiones internas en el oficialismo que comenzaron a finales de 2021 y que se profundizaron por el congreso nacional del MAS celebrado en octubre pasado en el Trópico de Cochabamba, el bastión político y sindical del exgobernante.

En ese encuentro, Morales fue ratificado como presidente del MAS y se le nombró “candidato único” para las elecciones de 2025, en ausencia de Arce que no asistió al considerar que las organizaciones sociales, base del partido, no estaban debidamente representadas.

Las tensiones aumentaron aún más después de que el Tribunal Supremo Electoral decidiera anular el congreso e instruir que se convocara a uno nuevo.

El exjefe de Estado ha acusado varias veces a Arce de “traición” y de buscar la “proscripción” del MAS, mientras que el presidente, que también ha sido proclamado candidato por sectores oficialistas que le son leales, ha lamentado que Morales se convirtiera en el “principal opositor” de su Gobierno.

Mientras que el presidente Arce concluyó su discurso diciendo, “ni cobardes, ni traidores, siempre luchadores con nuestros fundadores”.

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