WASHINGTON DC, 17 ABRIL.- La cuenta atrás para la caducidad del alivio de sanciones estadounidenses sobre Venezuela está en marcha, colocando al presidente Joe Biden en un dilema delicado: presionar a Nicolás Maduro por la falta de garantías en las próximas elecciones sin desencadenar una crisis que agrave la migración venezolana.
En octubre pasado, Estados Unidos levantó temporalmente sanciones sobre el petróleo y el gas venezolano por seis meses como incentivo para que Maduro cumpliera con los Acuerdos de Barbados y permitiera elecciones democráticas. Sin embargo, a días de vencer el alivio este jueves, la principal candidata opositora, María Corina Machado, sigue inhabilitada para los comicios del 28 de julio.
La estrategia de Washington no ha dado los resultados esperados, y ahora se espera que Biden tome decisiones respecto a los incumplimientos de Maduro. Una opción en discusión sería permitir que Venezuela siga vendiendo petróleo a nivel internacional, pero utilizando el bolívar en lugar del dólar, según informes.
La directora del programa de Latinoamérica del International Crisis Group, Renata Segura, prevé que Biden revierta parcialmente el alivio de sanciones sin volver a la situación anterior. Se considera que la situación económica en Venezuela no debe empeorar debido a su impacto en la migración.
El éxodo migratorio venezolano es un tema sensible para la Administración de Biden, especialmente en el contexto de la campaña de reelección, donde el tema es utilizado por la oposición republicana como crítica hacia los demócratas.
Elliott Abrams, encargado de la política hacia Venezuela bajo la Administración Trump, argumenta que las sanciones no han sido efectivas para derrocar a Maduro y han contribuido al deterioro económico y al éxodo masivo de venezolanos.
La reunión entre representantes de Biden y Maduro en México recientemente muestra un esfuerzo por abordar el tema de las sanciones antes de la fecha límite, aunque aún persisten dudas sobre las acciones que tomará Estados Unidos, considerando los posibles impactos en la estabilidad regional y en el incipiente diálogo entre el chavismo y la oposición.
