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El Cairo, 25 de abril.- La relatora especial de Naciones Unidas para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, ha solicitado investigar si el apoyo político y militar a Israel por parte de varios países occidentales en la guerra de Gaza puede considerarse “complicidad” con genocidio.

Albanese, una de las voces más críticas con la campaña israelí en el enclave palestino, cuestionó “hasta qué punto la ayuda, tanto política como militar, concedida a Israel por un número de países, principalmente por Estados Unidos, puede equivaler a complicidad”. La relatora recordó que la “complicidad con el genocidio es un crimen en sí mismo” según la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.

La abogada italiana denunció el “constante apoyo político” a Israel en el Consejo de Seguridad de la ONU y lamentó la incapacidad de los países occidentales para imponer sanciones al Estado judío, tal como ella misma había recomendado antes del estallido de la guerra en Gaza el pasado 7 de octubre.

Albanese considera que “la impunidad concedida a Israel es una parte integral” de la respuesta israelí a los ataques de Hamás, que desencadenaron una guerra que ha cobrado más de 34.000 vidas. La relatora advirtió que “hay patrones genocidas claros” en la actuación de Israel y que la falta de sanciones y el envío de ayuda militar solo empeorarán la situación.

Durante su visita a Egipto y Jordania, Albanese no pudo acceder a Cisjordania ocupada ni a la Franja de Gaza debido a la negativa de las autoridades israelíes. La relatora reivindicó el papel de la ONU para coordinar la entrega de ayuda humanitaria a Gaza y expresó su preocupación por las restricciones impuestas por Israel a la entrada de ayuda al enclave palestino.

Albanese también sugirió la creación de una misión de paz liderada por la Liga Árabe, pero pidió unidad a los países árabes para tomar medidas concretas.

La relatora advirtió que “bajo la niebla de la guerra, Israel toma la oportunidad para limpiar el territorio de presencia palestina” y denunció las actividades de los colonos en Cisjordania ocupada como “genocidas por su propia naturaleza”. “El 7 de octubre supuso una amenaza (para Israel), pero no justificó lo que Israel ha hecho”, concluyó Albanese.

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