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Madrid, 6 may (EFE).- El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha asegurado este viernes que el proceso de limpieza en las inmediaciones del derrame producido el pasado enero en la refinería La Pampilla, en Perú, ya está “prácticamente” terminado, y ha lamentado “profundamente” las consecuencias del incidente.

Durante su intervención en la junta general de accionistas, Imaz ha destacado la respuesta de la compañía, que “desde el primer día” ha desplegado “todos los recursos humanos, técnicos, y económicos” para detener, en la medida de lo posible, el efecto del derrame y acelerar la limpieza del entorno.

Repsol también se ha centrado, ha dicho, en “atender las necesidades” de la población afectada, especialmente de pescadores y comerciantes locales.

En esta línea, Imaz ha mostrado una vez más la disposición de la multinacional española a colaborar con las autoridades para esclarecer los hechos.

El pasado 15 de enero el mar y las playas peruanas de Lima y el Callao se vieron afectados por un derrame producido en el terminal número 2 de la refinería La Pampilla, en Ventanilla, al soltarse o desprenderse presuntamente la plataforma de colectores.

El incidente coincidió con un nivel inusitado del mar a causa del tsunami generado por la erupción volcánica en Tonga.

Según el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) de Perú, en las áreas naturales protegidas afectadas por la catástrofe ecológica se han registrado más de 950 aves cubiertas de petróleo, de especies como el cormorán, el guanay, el piquero peruano, el pelícano y la gaviota peruana.

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