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Londres, 10 ene (EFE).- Los retrasos aduaneros, la burocracia y los elevados costes figuran entre los principales desafíos que afrontarán los fabricantes británicos en 2022 debido al Brexit, según revela este lunes un sondeo elaborado por MakeUK, el organismo que representa a 20.000 firmas nacionales.

En esa encuesta también se percibe un aumento del optimismo entre las compañías de todos los tamaños del país, si bien ese optimismo se ve socavado por los efectos posteriores que está teniendo la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).

Dos tercios de líderes de empresas industriales de 228 firmas sondeadas indicaron que el Brexit había dañado de manera “moderada o significativa” sus negocios, un año después de que terminara el periodo de transición.

Más de la mitad de las compañías alertaron de que probablemente sufrirán más daños durante 2022 a causa de los retrasos en las aduanas por los controles en las importaciones y debido a los cambios en el etiquetado de los productos.

Según esto, las alteraciones generadas por el Brexit continúan figurando entre las mayores preocupaciones que afrontan los líderes industriales cara a este año.

Especifican entre esas preocupaciones los retrasos aduaneros, costes adicionales derivados del cumplimiento con regímenes regulatorios separados en el Reino Unido y la Unión Europea (UE), y un reducido acceso a los trabajadores migrantes.

MakeUK señala que está claro que “el Brexit y la pandemia global de covid-19 han tenido una huella en la mentalidad de muchos negocios, que están traumatizados por los continuos retrasos y alteraciones a sus cadenas de suministro”.

No obstante, pese a esas inquietudes ocasionadas por el Brexit y la variante ómicron, MakeUK observa que tres cuartos de las empresas participantes esperan que las condiciones vayan a mejorar durante este año.

En concreto, un 73 % de esos grupos considera que las condiciones del sector mejorarán, y que las oportunidades superan los riesgos.

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