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Nueva York, 19 may (EFE).- El escritor Salman Rushdie, gravemente herido por el ataque de un extremista musulmán el pasado agosto, hizo anoche su primera aparición pública durante la gala de los premios PEN América en Nueva York, y su presencia fue saludada con una cerrada ovación con el público puesto en pie.

El novelista británico-estadounidense Salman Rushdie posa en la alfombra roja de la Gala Literaria de Primavera PEN America 2023 en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York. EFE/EPA/SARAH YENESEL

Rushdie ocultaba con una lente negra el ojo que perdió durante el ataque, y demostró que no ha perdido el buen humor en sus primeras palabras: “Hola a todo el mundo. Es bueno estar de nuevo aquí, frente a no estarlo, que también era una opción. Estoy bastante contento de que lo dados cayeran así”, dijo.

El escritor, que siempre ha estado muy implicado en el PEN América -el principal foro que agrupa a escritores consagrados- y ha llegado a ser su presidente, recibió el Premio al Coraje por haber sobrevivido al ataque de Hadi Matar, un joven de 24 años de origen libanés.

En el momento de recibir el premio, Rushdie quiso homenajear a su vez a todos los que acudieron en su ayuda el día del ataque en una institución al norte de Nueva York: “Yo fui el blanco aquel día, ellos fueron los héroes. El coraje aquel día fue todo suyo”, dijo, y demostró que no piensa enmudecer tras el ataque.

“El terrorismo no debe aterrorizarnos. La violencia no puede disuadirnos. Como decían los viejos marxistas, la lutte continue, la lutta continua”, dijo en francés e italiano.

Rushdie fue condenado a muerte por una fetua emitida por el Ayatolá Jomeini de Irán en 1989 por la publicación de sus “Versos Satánicos”, y desde esa fecha ha pasado la mayor parte de su vida con escolta y vigilancia permanente, aunque en los últimos tiempos la vigilancia se había relajado.

El agresor de Rushdie, Hadi Matar, está preso de forma preventiva acusado de intento de asesinato y se enfrenta a una posible pena de hasta 25 años de cárcel. En la única entrevista que concedió tras el ataque, reconoció que no había leído más que “un par de páginas” de la obra de Rushdie por la que lo trató de matar.

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