TORONTO, 19 ABRIL.- El primer ministro Justin Trudeau criticó fuertemente a los conservadores liderados por Pierre Poilievre tras la presentación del presupuesto federal para el 2024, destacando que estos se oponen a que los ultra ricos paguen su justa parte. Trudeau enfatizó que el aumento al impuesto a las ganancias de capital propuesto afectará solo a una pequeña parte de la población canadiense y que el presupuesto tiene como objetivo construir una economía justa para todos, especialmente para los jóvenes.
El presupuesto federal de 535.000 millones de dólares incluye inversiones significativas, como 8.500 millones de dólares para acelerar la construcción de viviendas y 2.600 millones de dólares para programas de ayuda estudiantil. Se espera financiar parte de estos gastos con un crecimiento económico mejor de lo esperado y con cambios en los impuestos a las ganancias de capital, que se estima recaudarán más de 19 mil millones de dólares en los próximos cinco años y afectarán al 0,13% de los canadienses con ingresos anuales promedio de 1,4 millones de dólares.
Trudeau también destacó que este impuesto no afectará las residencias principales, asegurando que el 99,87% de los canadienses no verá un aumento en sus impuestos. Sin embargo, los conservadores han declarado que votarán en contra del presupuesto, argumentando que este incrementará la carga fiscal para los ciudadanos comunes y corrientes.
En respuesta a las críticas de Trudeau, Poilievre acusó al primer ministro de ser él mismo ultra rico y de esconder su fortuna familiar en paraísos fiscales, evitando así pagar impuestos como lo hacen los demás ciudadanos. Poilievre también cuestionó el aumento del gasto público, afirmando que quienes realmente pagarán son los ciudadanos comunes debido a las políticas económicas del gobierno.
Mientras tanto, el Nuevo Partido Democrático, aliado de los liberales en el gobierno minoritario, aún no ha revelado su posición respecto al presupuesto, manteniendo preocupaciones sobre ciertos aspectos a pesar de los logros obtenidos en el acuerdo con los liberales.
El contexto político muestra una división clara en cuanto a la visión económica y fiscal entre los liberales, que apuestan por aumentar los impuestos a los más ricos y aumentar el gasto en programas sociales, y los conservadores, que prefieren recortes y austeridad. Los jóvenes, en particular, muestran preocupación por la situación económica, lo que ha afectado el apoyo electoral hacia ambos partidos.
