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Toronto (Canadá), 9 mar (EFE).- El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, declaró este martes que no cree que sea una prioridad para Canadá discutir el modelo constitucional y romper con la monarquía tras la polémica causada por la entrevista de los duques de Sussex, Enrique y Meghan, con Oprah Winfrey en la televisión estadounidense.

Trudeau dijo hoy durante una rueda de prensa que desea “a todos los integrantes de la Familia Real lo mejor”, pero indicó que él está concentrado en “superar esta pandemia”.

Ante las insistencias de los medios de comunicación, Trudeau añadió que “si la gente quiere hablar sobre cambios constitucionales y cambiar nuestro sistema de Gobierno, no pasa nada. Pueden tener esas conversaciones. Pero ahora mismo, yo no estoy teniendo esas conversaciones”.

Trudeau también señaló que no quería comentar sobre las acusaciones de racismo realizadas por Meghan durante la entrevista, pero el primer ministro canadiense sí señaló que él personalmente se esforzará “por seguir luchando cada día contra el racismo y la intolerancia en Canadá”.

Para ello, añadió Trudeau, “la respuesta no es de repente eliminar todas las instituciones y empezar de nuevo. La respuesta es mirar con mucho cuidado a esos sistemas y escuchar a los canadienses que encaran discriminación”.

Canadá es una monarquía constitucional cuya titular es la reina Isabel de Inglaterra, representada por el gobernador general, que es designado por el primer ministro canadiense con la aprobación formal de la monarca.

Una encuesta dada a conocer el 1 de marzo señala que el apoyo a la monarquía en Canadá se encuentra en su punto más bajo de los pasados 12 años.

La encuesta, realizada en línea por la firma Research, indicó que un 45 % de los canadienses consultados prefieren tener un jefe del Estado elegido en las urnas, lo que supone 13 puntos porcentuales más que hace un año.

La encuesta se realizó poco después de que la gobernadora general de Canadá, Julie Payete, una exastronauta que fue nombrada para el puesto por Trudeau en 2017, se viese forzada a dimitir tras un escándalo de acoso laboral contra los empleados a su cargo.

De los cuatro principales partidos en el Parlamento canadiense, dos de ellos, el soberanista Bloque Quebequés (BQ) y el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD), se oponen claramente a la monarquía mientras que el gobernante Partido Liberal (PL) de Trudeau y el Partido Conservador (PC) defienden el actual sistema constitucional.

Pero cualquier cambio a la Constitución canadiense es complicado porque se necesita la aprobación de la Cámara Baja, del Senado y de cada una de las 10 provincias que forman el país.

EFE

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