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Cancún (México), 3 abr (EFE).- Los históricos niveles de sargazo en las playas del Caribe mexicano provocan esta Semana Santa una “inusual abundancia” de turistas en los cenotes, los pozos mayas de agua que buscan sobrevivir a la crisis climática.

Turistas se bañan en un cenote, el 25 de marzo de 2023, en el balneario de Valladolid, estado de Yucatán (México). EFE/ Lourdes Cruz

“Hubo más personas aquí en la zona, en todo el parque de los cenotes, y en todos los demás lugares. También está el sistema de cenotes, había mucha abundancia (de turistas) porque el mar estaba con esa situación del sargazo”, contó a EFE el sacerdote maya Freddy Orlando coto.

Para el chamán de la ceremonia maya de purificación que se realiza en el parque ecoturístico Dos Ojos, en la Riviera Maya, la incomodidad que sienten los turistas por el sargazo los llevó a buscar nuevas alternativas y eso se refleja en una mayor afluencia.

Científicos advirtieron en febrero que la llegada del sargazo, algas invasoras, se adelantó tres meses en esta temporada y se prevé que sea el año más agudo de este fenómeno.

“La persona (el turista) no se sentía cómoda estando en esa agua, porque el sargazo es algo que tiene sus malos olores y a las personas no les gustaba, no se sentían cómodas”, indicó Coto.

“Y entonces en los cenotes el agua está como la vio ahorita, eso no cambia, pues es un agua que hasta te dan ganas de tomarla, es la medicina y es un gran elemento que ha sustentado nuestra vida”, añadió.

UN PASO OBLIGADO PARA TURISTAS EN MÉXICO

Para Noé Rodríguez, presidente de la Asociación de Hoteles y Hostales de Valladolid, Yucatán, los cenotes son paso obligado para los visitantes de la zona arqueológica de Chichen Itzá.

En los últimos años, mencionó, se ha incrementado la cantidad de turistas que llegan a conocer y nadar en los cenotes.

“Valladolid es un destino, además de ser cultural por su historia y arquitectura, es un destino que ofrece aventura por medio de su gran naturaleza, que son los cenotes y su reserva natural, con Punta Laguna”, detalló el líder empresarial a EFE.

Antes, las visitas a los cenotes eran parte de un largo recorrido que se ofrecía a los turistas hospedados en Cancún o la Riviera Maya y para conocerlos solo destinaban algunos minutos.

Ahora se han convertido en lugares de mucho interés.

“En cada uno de los cenotes hay diferentes conceptos, aunado a servicios como el nado, la exquisita y auténtica gastronomía, el uso de las bicicletas, en algunos tirolesa y obviamente también el ambiente de la esencia de la comunidad maya”, explicó Noé Rodríguez.

UNA OPORTUNIDAD DE CONOCER A LOS MAYAS

Para el chamán Coto, la presencia de más turistas que quieren conocer los cenotes es una oportunidad para hablar de la cultura maya.

“Se llevan un buen momento porque cuando ellos vienen y ya entran a un cenote es como entrar al inframundo, te sientes conectado con ese lugar, con el agua, con la tierra y sientes que es como un bautizo que te das en tu cuerpo y que alimenta tu vida”, afirmó.

“Es un agua que purifica hasta nuestra sangre, por esa razón los cenotes son tan sagrados”, indicó.

Turistas que solo conocían los típicos lugares de playa como Cancún, Isla Mujeres, la Riviera Maya y Tulum, descubren ahora los cenotes.

“A veces no lo han conocido antes y cuando lo conocen y entran en ese santo lugar, para ellos, es como hacerse una sanación en su cuerpo porque así se toman ancestralmente los cenotes”, mencionó.

Otro segmento que ha crecido en torno a los cenotes es el buceo.

“Eso es a diario que vemos un montón de almas disfrutando esa santa agua, tanto en la superficie, arriba, como en los ríos subterráneos porque hay muchos buzos, porque ellos son los que lo disfrutan hasta mejor que nosotros”, apuntó el líder religioso.

Aunque no hay un censo, autoridades turísticas de Quintana Roo estiman que hay más de 2.500 cenotes descubiertos en el estado y alrededor de 7.000 en Yucatán, pero son pocos los que cuentan con instalaciones turísticas y que están abiertos al público.

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